Barcelona no cumple con las
recomendaciones internacionales de actividad física, contaminación del
aire, ruido, calor y acceso a los espacios verdes. / Creative Commons, sin
atribución Existen evidencias de que la exposición
al ruido durante la noche es particularmente dañina porque afecta a los
procesos de regeneración que se producen en el cuerpo durante la fase de sueño.
Además, el ruido del tráfico se asocia con la hipertensión, enfermedades
cardiovasculares e ictus
La carga de enfermedad provocada por una
mala planificación urbana y del transporte tiene un impacto
económico de más de 20 millones de euros para el sistema de
salud
En cuanto a la
actividad física, el 70% de las y los barceloneses no llegan al mínimo
recomendado por la OMS
Una mejor planificación urbana y del
transporte evitaría un 13% de la carga total de enfermedad en Barcelona. Así
concluye un nuevo estudio que revela cómo, si se cumplieran
las recomendaciones internacionales, Barcelona podría evitar cada año casi
1.700 casos de enfermedades cardiovasculares, más de 1.300 casos de
hipertensión, cerca de 850 casos de ictus y 740 casos de depresión, entre
otros
La ciudad de Barcelona podría evitar
cada año el 13% de su carga de enfermedad si se cumplieran las recomendaciones
internacionales de actividad física y exposición a la contaminación del aire,
el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes. De entre todos estos
factores, el ruido procedente del tráfico es el que provoca más enfermedad, por
encima de la falta de actividad física y la contaminación atmosférica.
Estas son las principales conclusiones
de un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona
(ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”, que ha
estimado, por primera vez, la carga de enfermedad provocada por la
planificación urbana y del transporte en Barcelona.
La investigación, publicada en la
revista Environment International, se ha realizado a partir de una
herramienta de análisis –Evaluación de Impactos en Salud de la Planificación
Urbana y del Transporte (UTOPHIA, por sus siglas en inglés)–, desarrollada por
un equipo del centro catalán. Esta metodología ya se utilizó el año pasado para
estimar la carga de mortalidad en Barcelona y concluyó que se
podrían posponer casi 3.000 muertes prematuras en la ciudad con
una mejor planificación urbana y del transporte.
En esta ocasión, el trabajo ha estimado
la carga de morbilidad y los costes económicos anuales que esto supone
para la salud pública. Se han comparado las recomendaciones internacionales con
los niveles de exposición anuales de 1,36 millones de residentes de Barcelona
de más de 20 años de edad.
Si se cumplieran las recomendaciones
internacionales para el desarrollo de la actividad física, la exposición a la
contaminación del aire, el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes,
Barcelona podría evitar cada año casi 1.700 casos de enfermedades
cardiovasculares, más de 1.300 casos de hipertensión, cerca de 850 casos de
ictus y 740 casos de depresión, entre otros.
En cuanto a las exposiciones estudiadas,
el ruido del tráfico contribuye con un 36% a la carga de enfermedad provocada
por la planificación urbana y del transporte, un porcentaje superior incluso al
atribuible a la contaminación del aire.
La ciudadanía de Barcelona está expuesta
a una media diaria de 65,1 decibelios (dB) durante el día y de 57,6 decibelios
por la noche, superando así los niveles recomendados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), que son de 55 dB y 40 dB, respectivamente. Estos
datos corresponden al mapa del ruido de 2006 de la Generalitat de Catalunya,
muy similares a las cifras oficiales disponibles más recientes, del año 2012.
✔ Ruido del tráfico, problema de primer orden para la salud
Natalie Mueller, investigadora de
ISGlobal y primera autora del estudio, destaca que “el ruido del tráfico es un
problema de primer orden para la salud que causa molestias y alteraciones del
sueño a muchas personas. Existen evidencias de que la exposición al ruido durante
la noche es particularmente dañina porque afecta a los procesos de
regeneración que se producen en el cuerpo durante la fase de sueño. Además, el
ruido del tráfico se asocia con la hipertensión, enfermedades cardiovasculares
e ictus”, añade.
A su vez, la contaminación del aire
contribuye con un 19% a la carga de enfermedad provocada en la ciudad por la
planificación urbana y del transporte. Las personas residentes en Barcelona
están expuestas a una media anual de 16,6 µg/m3 de partículas finas (PM
2,5), cuando los niveles máximos establecidos por la OMS son de 10 µg/m3.
En cuanto a la actividad física, el 70%
de las y los barceloneses no llegan al mínimo recomendado por la OMS (150
minutos de actividad física moderada o 75 minutos de alta intensidad por
semana). Respecto al calor, en los meses de verano se superan las temperaturas
adecuadas para la salud; y un tercio de la población no vive cerca de espacios
verdes
La investigación también estima que la
carga de enfermedad provocada por una mala planificación urbana y del
transporte tiene un impacto económico de más de 20 millones de euros en costes
para el sistema de salud.
“Barcelona no cumple con las
recomendaciones internacionales de actividad física, exposición a la
contaminación del aire, el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes”,
apunta Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del trabajo y director de la Iniciativa
de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal. El investigador
subraya también el impacto del ruido en la ciudad: “Se acostumbra a decir que
Barcelona es una ciudad ruidosa, pero no se relaciona con la salud. El estudio
muestra esta asociación, por lo que es necesario actuar de forma urgente”.
“La carga de enfermedad de Barcelona se
podría hacer descender de manera drástica aplicando dos medidas: la reducción
del tráfico motorizado a través de la promoción del transporte activo, y el
incremento de los espacios verdes. Eso daría lugar a mayores niveles de actividad
física por parte de la ciudadanía y a menos contaminación atmosférica, ruido y
calor”, concluye Nieuwenhuijsen.
✔ Referencia bibliográfica:
Mueller N, Rojas-Rueda D, Basagaña X, et
al. Health impacts related to
urban and transport planning: A burden of disease Assessment. Environment
International, 2017 Oct;107:243-257. doi: 10.1016/j.envint.2017.07.020.
Epub 2017 Aug 1.
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