En el año 1989 la NASA
realizó un estudio en donde construyó una casa, llamada Biocasa, que estaba
diseñada para demostrar de qué manera los materiales empleados en la
construcción de viviendas pueden dañar la salud.
Biocasa estaba
construida con plástico y otros materiales sintéticos emisores de partículas
volátiles tóxicas. Cuando los visitantes entraban, rápidamente experimentaban
los síntomas del edificio enfermo así como diferentes reacciones alérgicas.
Posteriormente los científicos instalaron diferentes variedades de plantas
dentro de la Biocasa y notaron cómo los síntomas y las molestias disminuían
considerablemente, puesto que las plantas limpiaban de modo muy poderoso el
ambiente.
Actualmente el estilo
de vida que llevamos nos obliga a permanecer durante muchas horas en espacios
cerrados con una ventilación que se “recicla” pero no se limpia. Igualmente al
abrir las ventanas de nuestra casa, la contaminación ambiental externa entra y
se queda dentro de nuestras casas.
Para aliviar las
molestias causadas por ello, podríamos instalar purificadores de aire que
tienen costos elevados y además consumen mucha energía. O bien, podemos
instalar filtros naturales, que se presentan en forma de plantas y que además
le dan color y alegría a nuestros hogares u oficinas.
LOS MEJORES FILTROS NATURALES
Ficus.
Su origen es de India y Malasia. Requiere
muy pocos cuidados y tiene una larga vida. No es una planta cara y tiene un
aspecto sumamente estético. Es muy eficaz en la eliminación del formaldehído.
Drácena o Tronco de Brasil.
Su origen es de Islas Canarias, África y
Asia. No requiere grandes cuidados y es muy eficaz eliminando formaldehído y
xileno (el formaldehído siempre se encuentra presente en habitaciones recién
pintadas).
Hiedra o Hedera Helix.
Originaria de Asia, Europa y África del
Norte. Resulta especialmente eficaz eliminando benceno de habitaciones cerradas
con poca ventilación, aunque también filtra el formaldehído y el
tricloroetileno. Es muy recomendada para oficinas.
Espatifilo.
Su origen es de Colombia y Venezuela.
Elimina xileno, tolueno, formaldehído, alcoholes, acetona, tricloroetileno y
benceno.
Poto.
Aunque en México se le conoce más como
“Teléfono”, el poto es una trepadora que resulta excelente para limpiar el
ambiente de sustancias tóxicas como el formaldehído.
Filodendro.
Este tipo de enredadera es quizá la más
poderosa limpiadora de formaldehído, pues lo hace a una gran velocidad,
comparada con las demás plantas.
Palmas.
Las palmas o palmeras, en todas sus
variedades, son también unas excelentes purificadoras del aire.
La recomendación
general es que se tengan las plantas todas juntas, pues así conservarán mejor
en grupo la humedad que necesitan para vivir, especialmente si es un lugar
caluroso o donde se encienda una chimenea o la calefacción, que naturalmente
deshidrata el ambiente. También es importante evitar colocar plantas dentro de
los dormitorios, pues por la noche emanan anhídrido carbónico, que puede
resultar perjudicial para la salud.
Las plantas son
grandes aliados para nuestra salud, más que ser simples objetos de ornato. Su
función va mucho más allá de eso y su naturaleza noble no sólo limpia el aire
de sustancias tóxicas, sino que alimenta a los microorganismos que dentro de
ellas viven con dichas sustancias
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