BARCELONA, España. Científicos de
España y Francia alertan del rápido deterioro de los ecosistemas marinos, sobre
todo en los últimos veinte años, y de su grave repercusión en todo el planeta.
Lo han hecho a través del libro
“Marine Animal Forest”, editado por Springer-Nature, en el que abordan el nuevo
concepto de “bosque animal” y recuerdan el importante papel de los mares y
océanos frente al cambio climático.
El libro proporciona una visión
general de los ecosistemas del fondo del mar y explica que un “bosque animal”
lo forman las comunidades que residen en el fondo del mar (bentónicas)
dominadas por corales, gorgonias, esponjas o bivalvos, que crean estructuras
complejas que sirven a su vez de hogar a muchas otras especies.
Los científicos pertenecen a del
Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) francés y a los españoles
Instituto de Oceanografía (IEO) y el de Ciencia y Tecnología Ambientales
(ICTA-UAB), de la Universidad de Barcelona (UB) Los autores denuncian que en
los últimos años el hombre está provocando cambios drásticos y acelerados en
los ecosistemas marinos, alterando su capacidad natural para absorber los
crecientes niveles de CO2 de la atmósfera.
“Estas comunidades tienen similitudes
estructurales y funcionales con los bosques terrestres, aunque están dominadas
por animales en lugar de plantas”, explica Sergio Rossi, de la Universidad de
Barcelona.
El investigador del ICTA-UAB incide
en que el “bosque animal marino” es la estructura más extensa del planeta, ya
que el 70 % de la superficie del planeta está cubierta por mares y océanos y
concentra el 90 % de la vida en la Tierra.
Sin embargo, “sólo conocemos un 5 %
de lo que hay en el fondo del mar, desde un punto de vista biológico y de
comunidades, lo cual es muy poco en comparación con la superficie terrestre”,
añade.
Los investigadores denuncian que la
actividad humana está provocando una dramática pérdida de biomasa y
biodiversidad y daña su capacidad de recuperación.
Según los biólogos, estos bosques
animales no sólo proporcionan servicios ecosistémicos como alimento, protección
y viveros para la fauna marina sino que son fundamentales en los ciclos
hidrodinámicos y biogeoquímicos de los fondos marinos, actuando como sumideros
de carbono emitido por el hombre a la atmósfera.
El libro resalta que los bosques de
animales marinos proporcionan servicios como la pesca, la recolección de
corales preciosos y especies para uso farmacéutico y médico, materiales para la
construcción o servicios al turismo, con la repercusión económica que supondría
su desaparición.
Según los biólogos, prácticas de
pesca destructiva y excesiva, contaminación, acuicultura incontrolada,
explotación petrolera y de gas y urbanización del litoral se suman a los
efectos del cambio climático como el calentamiento global, la acidificación del
agua, el incremento de los niveles del mar, la erosión de los icebergs o el
aumento de la frecuencia y virulencia de los huracanes.
“Todo esto conducirá a la degradación
de la biodiversidad, la destrucción de las estructuras de los ecosistemas y la
pérdida de servicios ecosistémicos”, advierte el libro, que avisa, entre otras
cosas, de que las gorgonias están sustituyendo a los corales que desaparecen en
zonas como el Caribe.
“Son más flexibles ante los cambios,
se aclimatan mejor, pero retienen menos carbono, sus estructuras no forman los
arrecifes como lo hacen los corales duros y son menos resistentes ante los
huracanes”, explica Rossi, que recuerda que “el 99% de la energía de las olas
que golpean las costas en épocas de huracanes es absorbida por los arrecifes de
coral”
No hay comentarios:
Publicar un comentario