AFP
Miami, Estados Unidos
Miles de mosquitos salen volando de pequeños
recipientes de malla fina. "¡Trátenlos con cuidado!", ruega el
alcalde de South Miami cuando los testigos instintivamente se palmotean los
brazos para ahuyentarlos. Estos artrópodos son parte un tesoro de más de cuatro
millones de dólares.
Producidos por una compañía llamada MosquitoMate, con
sede en Kentucky (sureste de Estados Unidos), estos mosquitos no son
genéticamente modificados, sino que están infectados con una bacteria llamada
Wolbachia que afecta sólo a los insectos y ataca su sistema reproductivo.
Y no pican, porque son todos machos. Pero cuando son
liberados el jueves, se quedan revoloteando sobre el grupo de periodistas y
autoridades que acuden al evento en un parque en South Miami, una localidad en
el sur de Miami.
"No les hagan daño", insiste el alcalde,
Philip Stoddard.
El Departamento de Salud de Florida aprobó la
financiación de este proyecto por 4,1 millones de dólares, luego de que South
Miami aprobara en 2016 una resolución que la autorizaba a contratar los
servicios de MosquitoMate.
Se prevé liberarlos paulatinamente hasta completar 670
millones para julio.
"Los infectamos con Wolbachia", explica
Patrick Kelly, gerente de operaciones de MosquitoMate. "No hay químicos,
no hay modificación genética, es todo biológico y seguro para el medio ambiente
y no tiene consecuencias en otros insectos, humanos o mascotas".
La idea es que, tras copular, los mosquitos infectados
no dejen descendencia.
Esta tecnología, desarrollada hace cinco años por
MosquitoMate, "reduce la población de especies de mosquitos que transmiten
los virus del zika y del dengue", dijo Kelly a AFP.
Y el Aedes aegypti es una especie exótica, añadió, de
modo que si desaparece del todo no afectará el ecosistema autóctono de Florida.
- Guerra al Aedes -
Florida, con su calor subtropical y sus enormes áreas
pantanosas, es un paraíso para los mosquitos, entre ellos los Aedes aegypti,
vector de enfermedades como el dengue, la chicunguña y el zika.
Esta última puede causar graves malformaciones en los
fetos de las mujeres embarazadas.
El brote de zika en 2016 causó pánico en la población
e impactó ese año el turismo debido a las recomendaciones de los Centros de
Control de Enfermedades de evitar las zonas infectadas.
Ese año y el siguiente las autoridades incrementaron
la fumigación por aire y tierra, pero esto generó críticas por la desconfianza
que despertaban los insecticidas usados, bien porque eran acusados de ser
peligrosos para la salud humana o porque eran ineficaces para combatir el Aedes
aegypti.
En cambio, el experimento busca comprobar si los
infectados con Wolbachia pueden utilizarse como alternativa. "Nuestro
objetivo es destruir la población de Aedes aegypti en South Miami", dijo a
la AFP el alcalde Stoddard. "Si esto resulta, el siguiente paso será
hacerlo en una zona mucho más amplia".
Añadió que no habrá fumigaciones este año en esta
área, porque ello mataría a los mosquitos Wolbachia.
La empresa ha liberado en los últimos cinco años
millones de mosquitos con Wolbachia en su nativa Kentucky, además de California
y, el año pasado, en los cayos del sur de Florida
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