HO CHI MINH,Vietnam.- La decidida apuesta de las
autoridades vietnamitas por las centrales térmicas de carbón para satisfacer el
fuerte aumento de la demanda energética dispara las emisiones contaminantes y
convierte en insalubre el aire de las principales ciudades.
La más afectada es Hanoi, que en 2017 solo disfrutó de 38 días de aire
saludable y cuadruplicó los niveles medios mínimos de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), según un reciente informe del Centro Vietnamita de
Innovación y Desarrollo Verde (Green ID).
Además del tráfico y la industria circundante, el informe señala a la
veintena de plantas energéticas de carbón que rodean la capital como uno de los
principales factores para que la calidad de su aire figure a la cola del
Sudeste Asiático.
Nguyen Thi Khanh, directora de Green ID, destacó en una reciente
conferencia en Hanoi que países como China y Corea del Sur “están dando la
espalda al carbón porque supone un peligro para la salud”.
“Es hora -añadió- de que elijamos un nuevo modo de desarrollo que no
suponga el sacrificio del medio ambiente y el aire limpio”.
Pero voces como la de Khanh, aunque cada vez más numerosas, no alteran los
planes de las autoridades vietnamitas, que han visto en el carbón una fuente de
energía barata para saciar las crecientes necesidades de la industria y los
consumidores, que aumentan más de un 10 por ciento cada año.
El formidable desarrollo económico de las tres últimas décadas ha disparado
la demanda de energía, causando estragos en el medio ambiente: entre 1991 y
2012 el PIB del país creció un 315 por ciento mientras las emisiones de gases
de efecto invernadero subían un 937 por ciento.
A las 26 centrales de carbón en funcionamiento, el régimen comunista planea
sumar otras seis de aquí a 2020 y tener en marcha al menos 51 para el año 2030,
cuando espera generar más de la mitad de la energía consumida quemando 129
millones de toneladas de carbón al año.
El informe calcula que en 2030 morirán
20.000 vietnamitas al año por culpa de la contaminación generada por estas
plantas, cinco veces más que en el año 2011 y por encima de la media de los países
de alrededor.
Una de las más potentes está en construcción en la provincia de Long An,
muy cerca de Ho Chi Minh, la urbe más poblada del país, donde la contaminación
del aire también crece de forma alarmante.
GreenID estima que de cumplirse estas previsiones el volumen de polvo en el
aire en algunas zonas se multiplicará por once, el de óxido de azufre por siete
y el de óxido de nitrato por cuatro respecto a los niveles de 2014, lo que
dificulta el compromiso de Vietnam de reducir sus emisiones contaminantes en un
25 por ciento de aquí a 2030.
La propagación de centrales térmicas de carbón también provocará, según un
estudio publicado hace un año por Greenpeace y la Universidad de Harvard, un
fuerte incremento de las muertes prematuras en el país.
El informe calcula que en 2030 morirán 20.000 vietnamitas al año por culpa
de la contaminación generada por estas plantas, cinco veces más que en el año
2011 y por encima de la media de los países de alrededor.
El presidente del Banco Mundial, Kim Yong Kim, ya advirtió en una
conferencia en 2016 de que si Vietnam continuaba con sus planes y los países de
la región seguían el mismo camino sería “un desastre para el planeta”.
Esta entidad, que ha financiado varias plantas de carbón en Asia en los
últimos años, cancelará todas las ayudas a partir de 2019, pero Vietnam recurre
a la financiación de países como China, Japón y Corea de Sur, donde el carbón
pierde terreno y las exigencias medioambientales son mucho más estrictas para
las empresas.
Vietnam ha reforzado su prioridad por las energías fósiles después de
descartar a finales de 2016 la construcción de una central nuclear, que hubiera
sido la primera operativa en el Sudeste Asiático.
La alternativa verde reclamada por grupos ecologistas y el Banco Mundial por
la abundancia de horas de sol y el potencial eólico de algunas regiones no
parece una prioridad para el régimen de Hanoi, pese al tímido avance de los
últimos años.
El viceministro de Industria, Hoang Quoc Vuong, justificó en una reciente
conferencia “el impulso de la energía generada con carbón”
Por las dificultades técnicas y la falta de estabilidad del sol y el viento
en el país.
Diario Libre
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