El satélite “Sentinel- 5
Precursor”, una revolucionaria misión del programa Copérnico dedicada a
monitorear los gases de la atmósfera y que fue lanzado el pasado viernes 13 al
espacio desde el cosmódromo ruso de Plesetsk, cartografiará la tierra por
primera vez de forma continuada durante los próximos años.
“Observaremos la atmósfera y
mediremos todos los gases que influyen en la contaminación y todo el aire que
respiramos”, dijo el ingeniero Kevin Mcmullan, director de este proyecto, antes
del lanzamiento.
Mcmullan advirtió que “la
contaminación es un grave problema” y recordó que provoca “un promedio de 3,7
millones de muertos” en el mundo.
El lanzamiento, llevado a cabo
a la hora programada, a las 11.27 hora europea (09.27 GMT), se pudo seguir
desde la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA), localizada en Noordwijk, en
el sur de Holanda, con la presencia de la mayoría de los ingenieros y compañías
implicadas en la misión.
“Sentinel-5P” estará a unos 2,600
kilómetros, cartografiará a diario y durante las 24 horas del día el planeta
completo.
La misión durará entre cinco y
siete años, y recogerá 1 millón de gigabytes, lo mismo que 213,000 DVD de
películas.
Lo más novedoso de este
satélite es la herramienta técnica Tropomi, que servirá para recoger datos
sobre los diferentes gases que se encuentran en la atmósfera en pequeñas
cantidades, y entre los que están el dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono,
aerosol, dióxido de azufre y ozono, entre otros.
Este será “nuestro ojo en la
tierra”, aseguró la ingeniera del programa Tropomi, Ilse Aben, que explicó que
este satélite medirá la luz reflejada de la atmósfera y la comparará con luz
solar directa a través del espectro ultravioleta para determinar la composición
de la atmósfera.
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