domingo, 22 de octubre de 2017

¿ESTIMULANTE PARA EL CEREBRO?


















El primer timbre sonará en siete minutos, y todavía estás en la fila de Starbucks. Tus compañeros de curso cruzan la calle corriendo, con mochilas que se bambolean de un lado a otro sobre sus espaldas y con vasos desechables en la mano.

Como ya has llegado tarde a clases una vez este trimestre, sería mejor que te olvidaras del moca triple grande. Pero tienes un examen de química en la segunda hora y necesitas ese estímulo para que tu cerebro se ponga en funcionamiento. Decisiones, decisiones.

En todo el país, se ha puesto de moda para los alumnos de escuela superior e intermedia consumir café de cafeterías—cuanto más elaborado sea, mejor. A veces, ni siquiera está caliente. Son especialmente populares las mezclas de café y hielo picado. Azúcar y crema batida, ¡todo junto! Las cadenas o locales favoritos, incluso las cafeterías en los comedores escolares, todos ofrecen café exclusivo.

Sin contar las altas calorías que se le agregan, una taza de café es el resultado de agua caliente que ha sido vertida sobre una porción de granos tostados y pulverizados. Para lograr ese aroma famoso, participan más de 800 sustancias químicas, las que hacen que el café sea marrón y fuerte, amargo y dulce, estimulante y relajante. Cuando hablamos de café, el secreto está en la química.

Pero, ¿te permitirá tener éxito en tu examen de química? ¿Y vale la pena el precio que debes pagar—a tu sistema nervioso y a tu billetera? Veamos pues las pruebas.


CÓMO TRABAJA EL CAFÉ SOBRE EL CEREBRO

Para la mayoría de los consumidores de café, el encanto oculto es la cafeína, la sustancia química con efectos sobre el cerebro que más se consume en todo el mundo. La “cafeína” es el nombre más popular para el 1,3,7- trimetilxantina (C8H10N4O2), un polvo blanco amargo que se  encuentra en más de 60 tipos de plantas de todo el mundo, incluyendo el té, la yerba mate (una bebida muy conocida en América del Sur) y las nueces de cola.


La adenosina es un químico cerebral que regula la somnolencia. Cuando estás cansado, la adenosina se acumula en el cerebro y se une a proteínas en las células cerebrales llamadas receptores de adenosina, lo que produce somnolencia. Cuando tomas café, las moléculas de cafeína llegan al cerebro y se unen a estos receptores de adenosina (figura 1) pero, a diferencia de la adenosina, la cafeína estimula las células cerebrales.

Si la cafeína bloquea suficientes receptores, puedes mantenerte despierto por horas, hasta que las moléculas de cafeína se descomponen y se eliminan. Por lo general, la cafeína mantiene su efecto entre 15 minutos a una hora después de beber tu última taza de café con leche y su efecto máximo se mantiene por tres horas o tres horas y media.



Las sustancias químicas en el café

Los científicos han identificado más de 800 sustancias químicas en los granos de café, que incluyen la cafeína, la sacarosa y la celulosa. Otras incluyen proteínas y ácidos como el ácido cítrico que se encuentra en frutas ácidas; el ácido tartárico, el ácido principal en el vino; y  el ácido fórmico, el veneno ardiente que segregan las hormigas.

Cuando se tuesta el café, las reacciones químicas dentro de los granos destruyen algunas moléculas y crean nuevas. Hay diferentes grados de tostado de café. Algunas personas eligen el café apenas tostado por un par de minutos, mientras que otras prefieren que los granos se tuesten por media hora. En cada caso, la composición química del café es diferente.


Cuando los granos de café absorben el calor (en temperaturas de entre  188°C  y 282 °C), su color verde se vuelve amarillo, luego marrón claro, y finalmente marrón oscuro. Los aceites le otorgan brillo a su superficie. Las reacciones químicas que se producen dentro de los granos convierten a las grasas y los hidratos de carbono en aceites aromáticos, queman la humedad y el dióxido de carbono y, de forma alterna, dividen y crean ácidos, dándole el gusto tan característico al café.

Robert Benck es gerente en el área de tostado de la empresa tostadora de café Batdorf and Bronson Coffee Roasters, en la ciudad Olympia, estado de Washington. Comenzó a trabajar con café cuando estaba en la universidad. “Tanto las clases de química como las de español han sido útiles en mi carrera”, comenta desde en un depósito repleto de granos de Coffea arabica de lugares como México, Guatemala y Costa Rica.

Benck explica que, al tostar los granos de café, éstos primero explotan por la presión interna y luego aumentan en tamaño y se parten. A través de un proceso químico, llamado “reacción  de Maillard”, se combinan los azúcares y aminoácidos presentes en los granos y forman cientos de moléculas de color y sabor.

Luego de aproximadamente 12 minutos, se produce una segunda explosión y los granos permiten que los aceites se filtren   por sus grietas. Durante ambas explosiones, y por muchos días posteriores, los granos tostados de café despiden dióxido de carbono en cantidades tan grandes que las bolsas de café pueden explotar si se las cierra antes de tiempo.


El café no se trata sólo sobre cafeína

El café contiene una familia importante de sustancias químicas llamadas ácidos clorogénicos. Según investigaciones científicas, estos ácidos pueden ser beneficiosos para la salud, más allá de los efectos de la cafeína. Estas moléculas representan entre 6% y 12% de las sustancias químicas presentes en granos verdes de café, mientras que la cafeína representa tan sólo entre 1% y 2% del total.

Los ácidos clorogénicos pertenecen a un grupo de sustancias químicas llamadas antioxidantes, que protegen las células de daños que producen las moléculas de radicales libres que se forman dentro de las células. Los radicales libres pueden dañar el ADN y han sido asociadas a la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad cardiovascular, el cáncer y la diabetes.

“El café es la fuente principal de antioxidantes en la dieta de los estadounidenses”, dice Joe Vinson, Profesor de Química en la Universidad de Scranton, Pensilvania. “Los ácidos clorogénicos, principalmente los presentes en el café, constituyen el antioxidante simple más importante en la dieta”.

Peter Martin, Profesor de Psiquiatría y Farmacología de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee, y Adriana Farah, Profesora de Química en la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, han estudiado los ácidos clorogénicos y sus derivados antioxidantes que se forman a través de reacciones químicas al tostarse los granos de café. Ellos han llegado a la conclusión de que los cafés expuestos a tostados livianos-a medianos- contienen la mayoría de estos antioxidantes.

 “Es difícil establecer exactamente los efectos en la salud de estos diversos compuestos , ya que actúan en forma conjunta”, explica Martin. “Es como armar un rompecabezas y estudiar cada pieza, es decir, cada sustancia química del café, por separado”.

 
En la Universidad de Pavia, Italia, Gabriela Gazzani y  sus colegas han descubierto que las propiedades antioxidantes de los granos de café verdes se deben en gran medida a los ácidos clorogénicos. A pesar de que éstos se degradan hasta un 70% al tostarse los granos de café, cuanto más se lo tueste, más antioxidantes melanoidinas tendrá. Estos se crean a través de la reacción de Maillard.

Los ácidos clorogénicos son absorbidos por el estómago y los intestinos o se descomponen para formar otros compuestos antioxidantes. Vinson y sus colegas han demostrado que los ácidos clorogénicos hacen más lenta la liberación de glucosa a la sangre luego de una comida, con lo cual reducen los niveles de glucosa en sangre. Otros estudios han demostrado que reducen el riesgo de sufrir hipertensión y diabetes tipo 2. Es posible que los ácidos clorogénicos tengan otras propiedades benéficas para la salud, las que todavía están siendo investigadas.

Posibles beneficios contra el alcoholismo y desórdenes provocados por el estrés

Martin y sus colegas han creado derivados del ácido clorogénico en sus laboratorios y han estudiado las propiedades de éstos en las células cerebrales de las ratas. Descubrieron que estos químicos se unen a proteínas presentes en la superficie de las células cerebrales. Estás proteínas también se unen a las drogas que reducen el ansia de tomar alcohol. Los resultados demuestran que el consumo de café puede ayudar a personas con problemas de alcoholismo.

Otro equipo de científicos liderado por Yoshinori Masuo, investigador en el Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología en Tsukaba, Japón, ha demostrado que podemos obtener beneficios para la salud tan solo inhalando el aroma del café tostado. Cuando ratas que han sido privadas del sueño huelen el café, se activan proteínas en sus células cerebrales, lo cual las protege de daños relacionados al estrés. En otras palabras, las sustancias químicas presentes en el aroma del café, por sí solas, pueden aliviar el estrés.

“Estos resultados pueden otorgar una nueva forma de aliviar el estrés y puede ser una posibilidad de ayuda en casos de desórdenes mentales relacionados al estrés, que incluyen la depresión, el autismo y el desorden de déficit de atención por hiperactividad”, explica Masuo.


Beneficios adicionales del café

El café también puede proteger los dientes. Farah, Gazzani y Beatriz Gloria, Profesora de Química de  la Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, Brasil, han demostrado que las sustancias químicas presentes en el café tostado -no en el café verde-, impiden el desarrollo de bacterias que provocan la caída de dientes.

Los científicos encontraron una variedad de sustancias químicas antibacterianas que eliminan o impiden el desarrollo de

Streptococcus mutans, la causa más frecuente de caída dental en los humanos. Además, Gazzani y sus colegas aplicaron café tostado al  hidroxiapatita, un componente del esmalte dental (la sustancia blanca y dura que cubre los dientes) y comprobaron que el café contiene pequeñas moléculas que previenen que la bacteria S. mutans se una a este componente.

 El café también podría eliminar la bacteria que infecta nuestros intestinos y pulmones. Gloria, Farah y sus colegas han demostrado que los ácidos clorogénicos, la trigonelina, la cafeína, el ácido cafeico y el ácido protocatecuico inhiben el crecimiento de enterobacteria, que puede causar intoxicación por alimentos, diarrea y fiebre tifoidea. Los investigadores sugieren que estas sustancias químicas podrían utilizarse en las comidas como un preservador natural para controlar el crecimiento bacterial.

 Sorprendentemente, la cafeina y los ácidos clorogénicos pueden tener efectos negativos sobre el cerebro. Martin y sus colegas han descubierto que los derivados de los ácidos clorogénicos estimulan la unión de moléculas adenosinas a las células cerebrales, actuando en forma opuesta  al café. Así, cuando tomas café, los efectos de la cafeína y los ácidos clorogénicos sobre las células cerebrales parecen complementarse.

Recientemente Gloria y su equipo han aportado otro descubrimiento interesante. Han descubierto que el café contiene triptófano, una sustancia química que dentro del cuerpo es  convertida en un químico cerebral llamado seratonina, que ayuda a regular el sueño, el apetito, el humor e inhibe el dolor.

Entonces, ¿el café te hace bien?

Volvamos al examen de química en la segunda hora. El cálculo del tiempo estuvo bien. Tu nivel de cafeína estará haciendo su mayor efecto. Y, como lo han comprobado muchos estudios, la bebida te ayudará a mejorar tu ánimo y a aumentar tu estado de alerta, tu concentración y la velocidad de reacción… incluso mejorará tu habilidad para resolver problemas simples de matemática. Hasta aquí, todo perfecto. Pero, ¿te ayudará a ser más listo? ¡Ojalá! No hay ninguna prueba que relacione el café con el aumento de la habilidad mental…tan solo mejora tu estado de alerta.


Ahora… ¿es adictiva la cafeína? ¿Te arriesgas a convertirte en un “adicto al café”? Sí y no. El cerebro se acostumbra tanto a los efectos del café que, si dejas de tomarlo, puedes tener dolor de cabeza. Aun así, muchos expertos coinciden en que la cafeína no es tan adictiva como las drogas ilegales, como la heroína y la cocaína, ya que, si la consumes en gran cantidad, tan sólo te pone más nervioso y los síndromes de abstinencia son leves. Según la lista de aditivos de la Administración de Drogas y Alimentos, la cafeína “por lo general, está catalogada como segura”.

Esta es la cuestión: Si para ti el café es bueno, perfecto. Pero los expertos en nutrición recomiendan no tomar más de tres tazas por día. Las personas que regularmente consumen más pueden sentirse inquietas, irritables y con problemas para dormir. Además, algunas personas son sensibles a la cafeína. Si al tomar una sola taza de café tu cara se pone roja y tu corazón late más rápido, opta por bebidas descafeinadas.

Pero si disfrutas de un café negro en la mañana o un café con leche a la tarde, estás bien acompañado. Según la Asociación Nacional del Café, el café está experimentando un nuevo renacimiento, y sus ventas llegan a los once mil millones de dólares. El café es el producto más comercializado junto con el aceite y la bebida más consumida en todo el mundo, después del agua.

REFERENCIAS

Banks, M.M., The World Encyclopedia of Coffee (La Enciclopedia Mundial del Café); London Books: Londres, 2006.

Tea & Coffee Trade Online: Where Does the Caffeine Go? (El Comercio Virtual del Café y el Té: ¿Adónde va la Cafeína?)
http://www.teaandcoffee.net/0708/feature.htm

Answers.com: Chlorogenic Acids
http://www.answers.com/topic/chlorogenic-acid



Gail Kay Haines es escritora de ciencia y autora de libros, originaria de  Olympia, estado de Washington. Su último artículo, “Corn—The A“maiz”ing Grain,” (Maiz… el grano asombroso) fue publicado en la edición de diciembre de 2006 de ChemMatters. 

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