Berlín
Casi todos los polluelos de
una colonia de pingüinos Adelaida en el este de la Antártida sufrieron una
muerte masiva por el hambre el verano pasado, informaron investigadores el
domingo. Los científicos dijeron que es el segundo incidente de ese tipo en más
de 40 años.
Los investigadores explicaron
que la muerte masiva ocurrió debido a grandes e inusuales cantidades de hielo
forzaron a los pingüinos a viajar más lejos para buscar comida y poder
alimentar a sus crías. Para cuando regresaron, sólo dos de miles de polluelos
sobrevivieron.
“No sólo el polluelo tenía
hambre, sino también el compañero (el que se queda) tuvo que soportar un largo
ayuno”, indicó Yan Ropert Coudert, un ecólogo marino que trabaja con la agencia
francesa CNRS.
Ropert, quien dirige el
estudio de aves marinas en el centro de investigación Dumont D’Urville en la
Antártida, dijo que la colonia de Adelaida en el lugar es de alrededor 18.000
parejas que se han monitoreado desde la década de 1960. Entre el 2013 y 2014 se
observó una pérdida similar de crías.
“Es inusual debido al tamaño
de la población”, dijo a través de un correo electrónico enviado a The
Associated Press. “Los años de éxito reproductor cero se habían observado antes
en otros lugares, pero nunca en colonias de este tamaño”, señaló.
La extensión de hielo marino
en las regiones polares varia año con año, sin embargo el cambio climático ha
provocado que esa fluctuación sea más extrema.
El grupo ambientalista WWF,
que apoya la investigación, exhortó a los gobiernos que se reunirán en Hobart,
Australia, esta semana a aprobar una nueva protección marina para el área del
este de la Antártida. Rod Downie, jefe de los programas polares para la rama
británica del grupo, dijo que el impacto de perder miles de polluelos fue
dramático para una especie resistente como lo son los pingüinos Adelaida.
“Es como si Tarantino
hubiera hecho a ‘Happy Feet’ con tantos polluelos muertos a lo largo de la playa
de la Tierra Adelaida”, afirmó.
Ropert Coudert dijo que crear
una zona de protección en la región del Mar de Urville y el glaciar Mertz,
donde se ubica la colonia, no evitaría una cantidad de hielo más grande de lo
normal, pero podría aminorar la presión en los pingüinos ocasionada por el
turismo y la sobrepesca.
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