Una forma de lograr estos objetivos
es siendo rico y próspero.
Así como hay personas pobres y
personas ricas hay países pobres y países ricos.
La diferencia entre los países
pobres y los ricos no es su antigüedad.
Esto queda demostrado poniendo como
ejemplos a países como la India y Egipto que tienen mil años de antigüedad y
son pobres
Por el contrario hay países como
Australia y Nueva Zelanda que hasta hace poco más de 150 años eran desconocidos
y hoy son países desarrollados y ricos.
La diferencia entre países pobres y
ricos tampoco está en los recursos naturales de que disponen.
Así Japón tiene un territorio muy
pequeño y montañoso que no sirve para la agricultura ni la ganadería y sin
embargo es la segunda potencia económica mundial
Su territorio es como una gran
fábrica flotante que importa materia prima de todo el mundo, la procesa y el
producto resultante es exportado también a todo el mundo acumulando riqueza
También tenemos el caso de Suiza,
sin océanos, que tiene una de las mayores flotas náuticas del mundo.
Que no tiene cacao, pero sí el mejor chocolate del mundo.
Que en sus pocos kilómetros
cuadrados cría ovejas y cultiva el suelo solo cuatro meses al año ya que en los
restantes es invierno. Que tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda
Europa. Al igual que Japón no tiene productos naturales pero da y exporta
servicios con calidad muy difícil de superar. Otro país pequeño cuya seguridad,
orden y trabajo, lo convirtieron en la “caja fuerte” del mundo
Tampoco es la inteligencia de las
personas la que hace la diferencia.
Y así lo demuestran estudiantes de
países pobres que emigran a los países ricos y consiguen resultados excelentes
en su educación
Otro ejemplo son los ejecutivos de
países ricos que visitan nuestras fábricas y al hablar con ellos nos damos
cuenta que no hay diferencia intelectual
Finalmente tampoco podemos decir
que la raza hace la diferencia
En los países centro-europeos o
nórdicos podemos ver cómo los “ociosos” (latinos o africanos) demuestran ser la
fuerza productiva de esos países
LA ACTITUD DE LAS PERSONAS HACE LA DIFERENCIA.
Al estudiar la conducta de las
personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población
cumple las siguientes reglas (cuyo orden puede ser discutido):
1 • Lo ético como principio básico
2 • El Orden y la Limpieza
3 • La Integridad
4 • La Puntualidad
5 • La Responsabilidad
6 • El Deseo de Superación.
7 • El Respeto a las Leyes y los Reglamentos
8 • El respeto por el derecho de los demás.
9 • Su amor al trabajo.
10 Su Esfuerzo por la Economía y
Acometimiento.
¿NECESITAMOS
HACER MÁS LEYES?
¿No sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas 10 simples reglas?
En los países pobres sólo una
mínima (casi ninguna) parte de la población sigue estas reglas en su vida
diaria.
No somos pobres porque a nuestro
país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con
nosotros.
Simplemente somos pobres por
Nuestra Actitud.
Nos falta carácter para cumplir
estas premisas básicas del funcionamiento de la sociedad.
Si esperamos que el gobierno
solucione nuestros problemas, esperaremos toda la Vida.
Un mayor empeño puesto en nuestros
actos junto a un cambio de actitud puede significar la entrada de nuestro país
en la senda del progreso y el bienestar Estos valores animarán cada proceso de
cambio que impulsemos, cada meta que alcancemos y sobre todo el estilo de vida que
llevemos
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