sábado, 13 de septiembre de 2014

Contaminación visual



ES LA ALTERACIÓN DE LAS CUALIDADES DE IMAGEN DE UN PAISAJE NATURAL O URBANO, CAUSADA POR CUALQUIER ELEMENTO FUNCIONAL O SIMBÓLICO, QUE TENGA CARÁCTER COMERCIAL, PUBLICITARIO, PROPAGANDÍSTICO O DE SERVICIO.


CAUSAS

EXCESO DE AVISOS PUBLICITARIOS E INFORMATIVOS
NUEVAS EDIFICACIONES O DISTORCIONES EN PAISAJES NATURALES


AFECTACIONES

ESTRÉS
ACCIDENTES
AFECTACION ECOLOGICA



Un panorama  que contamina.



Por donde quiera que vamos, a lo largo y a lo ancho de nuestras ciudades podemos observar que cada vez es mas frecuente que los horizontes y paisajes en estas, son más y más parecidos y que no muchas veces logran ser de agrado para los transeúntes  y habitantes de ellas.


Avisos informativos o publicitarios de todos tamaños, formatos y colores, en muy diversas alturas y colocados donde quiera que haya espacio y donde se sepa que alguna persona puede observarlos, se combinan con aparadores que nos bombardean con su variedad de objetos y colores, sin saber o recordar siquiera si queremos comprar algo de ese sector.

Edificaciones nuevas o estructuras que distorsionan el paisaje, se fusionan con las verdaderas telarañas de cables aéreos que nos rodean, produciendo como resultado final en los habitantes de estas  junglas un exceso de información en el cerebro que se traduce en una especie de stress visual.


Así pues podemos ver que este problema conocido propiamente como Contaminación Visual atiende a factores que afectan a comunidades enteras.


En primera instancia hablamos de una problemática de salud ambiental subestimada que tiene dimensiones tan importantes como lo tienen la contaminación del agua, aire o suelo.


















Conjuntamente y en segundo lugar, la contaminación visual posee implicaciones sobre la propia funcionalidad de la ciudad puesto que, la simultaneidad de estímulos visuales a la que nos vemos sometidos puede ser los causantes de muchos accidentes automovilísticos.


Esto a razón de que por ellos mismos y por las características con que son diseñados (colores, luces y contenido) constituyen verdaderos distractores de la atención.

Además, pueden llegar a imposibilitar la percepción total de las señales de tránsito.


Un problema que manifiesta la ausencia de reglamentos y políticas  que  abarquen la regulación del espacio público.

















Probablemente  en este momento uno puede deducir que como muchos  otros problemas y bueno, como todo en este mundo, puede  revertirse  si existe  una voluntad social activa y que vaya de la mano con un cambio en la actitud social y particular de los individuos  que conforman la sociedad que se ve aquejada por el problema.


Además de que los materiales por lo general pueden ser reutilizables   y  pueden  reducirse costos.

Resulta lógica entonces, la consideración de verdaderas sanciones  y multas  para quienes  rebasen  una reglamentación sobre  contaminación  visual. "Quién contamina paga", un principio  sencillo  y razonable.














Por otro lado, es importante que  en  la urbanización de nuevas áreas se realice plateadamente  sistemas de cableado subterráneo o  que se distribuya  estos de manera que no se extiendan  y conviertan en obstáculos visuales para la comunidad.


Detenidamente  el esforzarse  por solucionar  esta problemática no solamente sería por una calidad de vida mejor, sino que además haría en el caso de una publicidad reducida por su medida  y  control, un mejor servicio de  las empresas del ramo y un esfuerzo que mejoraría la calidad de los contenidos de ella.

Este  hecho  conllevaría  a  una  mejor  creatividad publicitaria y  a que el cliente y  las agencias publicitarias  busquen y realicen  estrategias mercadológicas  mejor  planeadas  y más selectivas  en sus medios. 
















Nuestras ciudades  nos  lo agradecerían  al permitirles funcionar adecuadamente y al conservar su propia belleza e identidad quitándoles todo ese maquillaje publicitario e informativo  que a nosotros, sus habitantes, nos esta intoxicando.


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