El océano es el mayor sumidero
de carbono de la Tierra, ya que absorbe alrededor del 25 % del CO₂ liberado por
las actividades humanas.
Aprovechar este carbono sería
una alternativa sostenible a los combustibles fósiles que se utilizan para
producir productos químicos y materiales importantes, como los plásticos.
Aprovechar este carbono sería
una alternativa sostenible a los combustibles fósiles que se utilizan para
producir productos químicos y materiales importantes, como los
plásticos.Pixabay
Un equipo de científicos
chinos ha desarrollado un sistema para capturar dióxido de carbono (CO₂) del
agua de mar y convertirlo en la materia prima que se emplea para fabricar
plásticos biodegradables, un hallazgo que sugiere "una forma
potencialmente sostenible de producir productos químicos industriales",
según sus autores.
La investigación, liderada por
científicos de la Academia China de Ciencias, en Shenzhen, y por la Universidad
de Ciencia Electrónica y Tecnología de Chengdu, se ha publicado este lunes en
Nature Catalysis.
El océano es el mayor sumidero
de carbono de la Tierra, ya que absorbe alrededor del 25 % del CO₂ liberado por
las actividades humanas, pero esto contribuye a la acidificación de los mares y
pone en riesgo la estabilidad de los ecosistemas marinos, recuerdan los autores
del estudio.
Aprovechar este carbono sería
una alternativa sostenible a los combustibles fósiles que se utilizan para
producir productos químicos y materiales importantes, como los plásticos.
Con este objetivo, liderados
por Chuan Xia, de la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de
Chengdu, el equipo diseñó un sistema que se desarrolla en dos fases y que
captura el CO₂ del agua de mar natural con una eficiencia superior al 70 % con
un bajo consumo de energía.
Durante las pruebas, el equipo
confirmó que el coste de la captura de carbono era competitivo en comparación
con la tecnología actual, con 229,9 dólares por tonelada de CO₂.
Un sistema en dos fases
En primer lugar, los autores
convirtieron el CO₂ en ácido fórmico puro mediante un electrocatalizador.
A continuación, lo
transformaron mediante bacterias modificadas genéticamente, en ácido succínico,
que es la materia prima necesaria para preparar poli(butileno succinato), un
polímero termoplástico biodegradable.
Los investigadores lograron
niveles de producción de hasta 1,37 gramos por litro en fermentadores a gran
escala, según el estudio.
El sistema también podría
utilizarse para producir muchos otros productos químicos a partir del CO₂, para
su posible uso en diversos productos, como combustibles, medicamentos y
alimentos, mediante una mayor ingeniería de los catalizadores utilizados en
cada parte (el electrodo y el microorganismo), sugieren los autores.
Aunque el sistema muestra
escalabilidad y estabilidad, es necesaria una mayor optimización para mejorar
el rendimiento y la integración para su uso industrial, advierten los autores.
Fuente listin diarion
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