CRISIS DE AGUA
El municipio de Constanza está
atravesando por una crisis severa de agua que se manifiesta en el
languidecimiento y la sequía de sus fuentes hídricas y la perturbación de las
nacientes de los principales ríos de la República Dominicana, los cuales
garantizan el abastecimiento de agua potable para los principales asentamientos
humanos del país, la producción de alimentos y el funcionamiento de las más
importantes presas o embalses del territorio nacional.
Después de un amplio recorrido por las
zonas cordilleranasdel municipio de Constanza, muy especialmente por las
cumbres montañosas de Los Bermúdez, Cruz de Cuaba, El Paragua, La Culata, Los
Suriel, Josafá, Las Neblinas, Monte Llano, El Castillo, La Siberia y Valle
Nuevo, así como los valles intramontañosos de Constanza y Tireo, hasta El
Naranjo y la Presa de Pinalito, lugares donde se originan los nacimientos de
los principales ríos del país,se pudo constatar el daño irreversible y la
perturbación que se está causando al sistema hídrico local, regional y
nacional.
LOS INDICADORES DE LA CRISIS SON
CLARAMENTE IDENTIFICABLES:
Desaparición y languidecimiento de las
fuentes acuíferas superficiales, el río El Café y todos sus afluentes
tributarios se han secado totalmente.
El Río Tireo y la mayoría de sus
afluentes prácticamente han desaparecido y por ende el agua de riego para el
productivo Valle de Tireo.
La mayoría de los acueductos rurales han
colapsado, como ocurre en los poblados de La Escuchadera, El Café y La Culata;
las fuentes acuíferashan mermado considerablemente sus caudales, se
estánsecando, en particular el río El Café, totalmente seco y el arroyo La
Culata, son los que abastecían el líquido vital para el consumo humano, las
actividades domésticas, agrícolas y pecuarias.
La producción de hortalizas en estos
momentos, depende en un 90 % de pozos, el agua es extraída del subsuelo y
almacenada en reservorios o micro-embalses, desde donde se bombea para irrigar
los cultivos.
Una situación muy delicada, es que la
producción hortícola en todo el Municipio de Constanza y el Distrito Municipal
de los poblados de Tireo Arriba, al Medio y Abajo, incluyendo zonas montañosas
de Jarabacoa, Bonao, Rancho Arriba, Ocoa y Padre Las Casas se desarrolla en
terrenos con pendientes pronunciadas proclives a la erosión, lo que
incrementala deforestación contaminando las aguas de escorrentías que
naturalmente descienden por los cauces provenientes de esos lugares.
SIMPLIFICACIÓN DEL AMBIENTE
Las actividades productivas que se
desarrollaban en áreas apropiadas como llanuras, vallecitos, altiplanos y áreas
de topografía plana de leve inclinación, ahora las están realizando en zonas de
laderas escarpadas y cumbres montañosas, donde se está deforestando y
eliminando todo tipo cobertura vegetal, quedando los suelos expuestos a la
erosión. La diversidad florística y faunística está siendo desplazada o
eliminada totalmente,provocando la simplificación del ambiente y la degradación
paisajística.
Los productores de los valles de
Constanza y Tireo, junto a empresarios de Santo Domingo, La Vega, Santiago y
otras ciudades con recursos económicos suficientes para propiciar los
desmontes, talas de las faldas de montañas, como pasos previos para la
preparación de terrenos para los cultivos, establecimiento de pastizales o
ganadería semi-tabulada e intensiva, son quienes han migrado hacia las altas
montañas y promovido la perturbación dramática de las tierras cordilleranas, en
el mismo centro de la principal red acuífera del país.
EJE DE LA CRISIS HÍDRICA
El daño de mayor impacto proviene de la
instalación descontrolada o no planificada de pozos con bombas sumergibles o
motobombas, localizados en los mismos márgenes y hasta en el cauce de los manantiales,
cañadas, arroyos y ríos, los cuales merman o mueren al ser drenados
inmisericordemente.
Se encontró que por cada pozo existente,
paralelamente se construye un estanque, reservorio o laguna para almacenar el
agua, desde donde se bombea para el riego por aspersión, por goteo o riego
superficial.
En los casos de Tireo al Medio, El Café
y Cruz de Cuaba, Tireo Arriba, es tan grave la problemática, que ya las
comunidades no disponen ni siquiera mínimamente del agua que regularmente le
permitía la supervivencia y sus labores domésticas cotidianas.
Con los permisos que otorga el
Ministerio de Medio Ambiente para construir un pozo o un reservorio, en el
mejor de los casos, construyen dos, tres y hasta cinco pozos, porque allí no
existe ley y cada quien hace lo que mejor le parezca. En el Café, existe por lo
menos un pozo por cada productor, se determinó que hay personas que tienen tres
pozos e igual número de reservorios. En lo que va de este año 2016, en el Café
se han construido 22 pozos y 20 reservorios en Cruz de Cuaba, 15 de ellos
solamente en el mes de enero.
El ruido de las motobombas (fijas y
móviles) se escuchan por doquier y atodo lo largo de los caminos, donde están
asentadas las comunidades que sufren directamente la escasez del agua. Algunos
reservorios construidos tanto en la zona como en El Paragua, los propietarios
no los han podido llenar porque los moradores impiden que suban las motobombas,
situación que podría generar hechos de violencia.
IMPACTOS DIRECTOS
Las perturbaciones más notorias son los
desmontes, quemas e incendios forestales frecuentes y la subsecuente siembra de
pastos para la ganadería o preparación de terrenos para la producción de
hortalizas de todo tipo, como Papas, Cebollas, Remolacha, Repollo, Zanahorias,
Pepinos, Ajo, Lechuga, Brócoli, así como otros cultivos.
A la simplificación del medio ambiente,
producido por la eliminación de los bosques, fragmentación y destrucción de
hábitats, la degradación de esos frágiles ecosistemas, la exposición de los
suelos en las cumbres montañosas, se suma el uso intensivo de agroquímicos de
toda índole para la fertilización,control de plagas y enfermedades, los aceites
y combustibles que se derraman, terminan contaminando los acuíferos, arroyos y
ríos y finalmente a los acueductos locales y regionales.
CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS
Todavía más grave, también se está
utilizando masivamente como abono orgánico la gallinaza, estiércol de cerdos,
ganado bovino provenientes de granjas y establos, muchos de ellos con trazas de
antibióticos y hormonas que al ser esparcidos sobre el suelo; provoca una
peligrosa contaminación de las aguas que abastecen acueductos locales y
sistemas de suministro de agua potable a los distintos asentamientos rurales o
a ciudades y pueblos, a veces muy distantes de la zona donde ocurren estos
eventos.
Lamentablemente ya no se puede consumir
directamente el agua proveniente de los acuíferos que llegan a los valles de
Tireo y Constanza como ocurría antes, la calidad de las aguas de los ríos
Tireo, Pantuflas, El Café, Las Neblinas, Aguas Blancas, Río Grande, Pinar
Bonito, La Culata, Yaquecillo, por los elevados niveles de contaminación que
arrastran, fruto de la fertilización, fungicidas, acaricidas, herbicidas y todo
tipo de agroquímicos, ya no se puede utilizar para consumo humano.
TRASVASE DE CUENCAS
Pero las implicaciones de estos daños no
se circunscriben a lo puntual, a lo local, ni siquiera regional, si no que se
deben ponderar sus alcances nacionales, pues se está extrayendo agua del
subsuelo de algunas cuencas hídricas para colocarla en otras cuencas ajenas y
totalmente distintas, donde se han instalado decenas de kilómetros de tuberías,
como está ocurriendo en La Culata – Constanza, para llevar el agua a las
cumbres de Tireo, hecho que también tendrá consecuencias impredecibles.
Igual situación se vive en Los Bermúdez,
una zona de altiplanos a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar,
anteriormente una zona de humedales y ciénagas de altura, ya la han secado.
Pero todavía es peor, están extrayendo agua de las cuencas de las montañas de
Jarabacoa, para colocarlas en cuencas de Tireo y el Yuna. Eso quiere decir, que
los daños al ambienteque se están provocando en zonas de alta sensibilidad
ambiental y de cardinal importancia en la producción de agua en el país, son
graves.
MAGNITUD Y ALCANCES
Estamos viendo cómo se perturban las
nacientes de los principales ríos del país, como el Yaque del Norte, que
después de recoger las aguas de El Dajao y el Jimenoa, en las cumbres de
Constanza y Jarabacoa, alimenta el primer complejo de presas hidroeléctricas
del país, como lo es Tavera–Bao y López Angostura, para darle agua a Santiago
de los caballeros y a 16 pueblos del Cibao Central, alimentar el proyecto de
riego más grande del país (El PRYN: Proyecto de riego Yaque del Norte), antes
dedesembocar en el Océano Atlántico por Monte Cristi.
Lo mismo está pasando en las nacientes
del Yaque del Sur, que se alimenta de los ríos Yaquecillo, Pantuflas, La
Culata, Grande o del Medio, suplen la Presa de Sabana Yegua y próximamente al
embalse de Monte Grande.Sus servicios ambientales y ecosistémicos alcanzan o
llegan hasta la Plena de Azua y el Valle de Neiba, desembocando directamente en
el Mar Caribe por Barahona donde juega un papel fundamental en las ecodinámicas
costeras y arrecifales.
Es el Yuna, el más afectado de los tres,
pues en sus dominios es que pasa todo lo que está ocurriendo en las cumbres de
los tres Tireos (Arriba, Al Medio y Abajo), que recoge totalmente las aguas de
los ríos, arroyos y manantiales de las cuencas del Tireo y El Café, para
alimentar las presas de Pinalito, Blanco y Hatillo, lleva sus servicios al
Valle del Cibao Oriental y desemboca también en el Océano Atlántico, por la
Bahía de Samaná cuyas características están enlazadas a los procesos que ocurren
en las altas montañas.
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
Cualquier planificador con visión
estratégica, comprendería con entera claridad el daño que se le está haciendo
al sistema hídrico nacional, precisamente en las nacientes de los ríos que
sustentan la producción de alimentos con capacidad de sustentar la soberanía
alimentaria del país: los dos Yaques y el Yuna, que nutren la mayor cantidad y
más grandes embalses del país, dos de los acueductos que abastecen de agua
potable a los principales asentamientos humanos y recorren las grandes llanuras
agrícolas para llegar a los dos extremos costeros del Océano Atlántico Monte
Cristy y Samaná e increíblemente, al Mar Caribe por Barahona.
La Academia de Ciencias de la República
Dominicana ACRD y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de sus
instancias ambientales, llaman vehementemente al Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, INDRHI, al
Ministerio de Agricultura, al Ministerio de Economía, Desarrollo y
Planificación, al Congreso Nacional y a todas las instancias oficiales
competentes, locales y nacionales, a prestarle toda la atención que este
delicado caso amerita.
¿CÓMO SE PRODUCE EL AGUA DE CONSTANZA?
A diferencia de las zonas bajas (plano
basal o pie de monte), en las altas montañas de la Cordillera Central, el agua
producida y de escorrentía (que corre por las fuentes hídricas), no proviene
solamente de las lluvias, pues a partir de los 800 metros sobre el nivel del
mar hasta los 2,800, impera la precipitación horizontal, donde la humedad no
desciende del cielo, sino de la condensación que hace la cobertura forestal.
El agua de Constanza y la cabecera de
los principales ríos del país (Yaque del Norte, Yaque del Sur, Yuna, Nizao y
Artibonito), no proviene de las lluvias comunes y corrientes (precipitación
vertical) que vemos regularmente, sino del vapor de agua que arrastran las
nubes, las cuales al chocar con el tallo y ramas de los árboles (rugosidad de
copas), se condensa y escurre por la corteza (flujo de los tallos), alcanzando
el subsuelo, produciendo un aporte considerable y a veces el único, a la
recarga de los acuíferos, la napa freática o lagos subterráneos.
En la cortina montañosa de
Bonao–Jarabacoa formada por las lomas La Calentura, Casabito, La Golondrina, La
Sal, Paso Bajito…) y luego El Pichón, Alto Bandera, Valle Nuevo, La Siberia,
Los Bermúdez, Los Dajaos, Cruz de Cuaba, Josafá, Baiguate, Yaquecillo, El
Tetero, Sabana de San Juan, Las Espinas…; cubriendo vastas regiones
cordilleranas; son los árboles que le sustraen el agua a las nubes, formando la
sombrilla hídrica que luego va a alimentar las principales presas y embalses,
los acueductos de Valdesia–Santo Domingo y Cibao Central, así como los canales
de riego que garantizan el 80% de la producción agrícola del país.
PRECIPITACIÓN HORIZONTAL
En Tireo (1,000–2,000 msnm) y Constanza
(1,200 – 2,800 msnm), cada árbol en pie, es una trampa de agua, que si se
corta, es un daño directamente proporcional a la disminución del agua que
producen sus ríos, arroyos y manantiales. En este caso, que esel eje central
del conflicto creado por la crisis de agua en esta parte de la Cordillera
Central, es el rocío, las neblinas y las nubes que se deshacen en el follaje,
quienes producen los caudales de las escorrentías superficiales.
Es decir, la vegetación es un colchón o
una inmensa alfombra verde que capta, escurre y almacena el agua que luego
descenderá por acuíferos, ríos arroyos y cañadas. Eliminar estas esponjas
hídricas, es como eliminar las cisternas naturales o presas subterráneas que
surten del líquido más precioso de la vida. Comprender este fenómeno que
silenciosamente se da en las altas montañas, es clave para entender que si se
quema, se incendia, se cortan los árboles, se desnuda el suelo de las laderas y
el firme de las montañas, se está causando una herida de muerte a la Madre de
las Aguas.
IMPACTO CAMBIOS CLIMÁTICOS EN LAS ALTAS
MONTAÑAS
Los cambios globales del clima que
afectan por igual la superficie terrestre del planeta, tienen su mayor impacto
en los altiplanos, picos cordilleranos y laderas montañosas donde chocan los
vientos cargados de humedad, para descargar la humedad en forma de vapor que
arrastran o conducen desde el mar o zonas bajas. Los impactos son más
relevantes por la alta sensibilidad ambiental de las cumbres montañosas, donde
todo es valioso, no importa que se trate de una plantita cualquiera o un simple
animalito que se esconda tras la roca.
No es la variedad o la cantidad de
formas de vida, si no, su exclusividad. Es que en tales pisos altitudinales,
solo prosperan especies adaptadas a las bajas temperaturas y a la humedad
persistente en el ambiente, llevándolo a casi su punto de saturación (100% de
humedad), aunque no llueva. Destruir este engranaje vital, donde la asociación
clima–bosque–ríos es lineal, es como deshacer una red de múltiples hilos
invisibles que jamás se puede volver a tejer, al menos, con la calidad estructural
con que originalmente la naturaleza nos la entrega.
El desmonte de las lomas y zonas de
relieve abrupto, es sin dudas, el daño más grande que se le hace a un país que
depende enteramente de sus aguas, pues no existe otra nación o territorio continental
que se la pueda suministrar. Destruir los bosques latifoliados y los pinares,
es como lanzar una sentencia de muerte para las aguas y eso, precisamente, es
lo que está ocurriendo en Valle Nuevo, Los Bermúdez, Las Neblinas, Montellano,
El Naranjo, Cruz de Cuaba, Baiguate, el Mogote, Los Dajaos, Guayabal, El
Castillo y la mayoría de las montañas de Constanza, Bonao, Ocoa, Padre las
Casas y Jarabacoa.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
La República Dominicana está en vía de
ordenar su territorio en base a la capacidad productiva de sus suelos y el
potencial para la generación de sus servicios ambientales o ecosistémicos,
donde el agua resulta un eje cardinal para la supervivencia humana y para tejer
los hilos de la trama de su desarrollo, de cara al porvenir. Por fin se está
atendiendo al mandato constitucional del 2010 y al espíritu de la Ley General
sobre Medio ambiente y Recursos Naturales, de la cual son responsables de
manera concurrente, los ministerios de Medio Ambiente y Economía, Planificación
y Desarrollo.
Pero ¿cuándo tendremos el instrumento
aplicable en la práctica, en los municipios, en las regiones y todo el
territorio nacional? A la velocidad en que se destruyen los bosques nublados,
las alfombras verdes y por ende, los acuíferos de la Cordillera Central,
probablemente el remedio llegue un poco tardío o cuando se haya enterrado el
muerto.
Mientras tanto, las tierras
cordilleranas que actualmente son objeto de pillaje, apropiación irregular u
ocupación por cualquier medio ilícito, pero que la simple ocupación otorga
derechos respetados hasta por los poderes públicos a quienes les compete la
salvaguarda de los bienes comunes de la nación; ya están ordenadas por las
leyes Nos. 627-77, 64-00, 202-04, 632-77 y la propia Constitución de la
República recién promulgada, la cual es taxativa:
Artículo 15.- Recursos hídricos. El agua
constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable,
imprescriptible, inembargable y esencial para la vida. El consumo humano del
agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso. El Estado promoverá la
elaboración e implementación de políticas efectivas para la protección de los
recursos hídricos de la Nación.
Párrafo.- Las cuencas altas de los ríos
y las zonas de biodiversidad endémica, nativa y migratoria, son objeto de
protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar su
gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación.
El Ministro de Medio Ambiente, El
Director Ejecutivo del INDRHI o la Procuraduría para el Medio Ambiente y los
Recursos Naturales; no tienen que pedirle permiso a nadie para que cumplan con
el mandato o asumir las responsabilidades de los cargos para los cuales han
sido designados. De seguir en esta dirección, ¿a quién tendríamos que apelar?,
¿en manos de quien estará nuestro porvenir?
RESTAURACIÓN ECOSISTÉMICA
Entretejer la trama hídrica de las
cuencas altas del Yaque del Norte, Haina, Yuna, Las Cuevas, Nizao y Artibonito,
este último que lleva desde el territorio nacional, la mayor cantidad y la
única agua segura de Haití, nuestro país vecino; no es una tarea simple, pues
una vez desaparecido el “Efecto Esponja” del bosque nublado, se requiere un
esfuerzo ciclópeo para intentar su remediación, donde no existe garantía de
nada, salvo la esperanza de que cuando las montañas sean desiertos, sean
abandonadas y la restauración natural, que podría tardarsiglos, comience el
lento proceso de la restauración ecosistémica.
La restauración mediante la
reforestación es un eufemismo, por su poca relevancia a la hora de recomponer
los acuíferos que se han secado, pero peor es no hacer nada. En el caso
específico de Constanza y Tireo, el problema no desaparece con cerrar los
pozos, reservorios artificiales y micro-embalses en las escorrentías
existentes; si no, limitando la agricultura, la horticultura y la ganadería a
los vallecitos, a las zonas de topografía suave y relieve regular, donde los
factores ambientales se puedan mantener bajo cierto control.
En las zonas apropiadas no hay por qué
prohibir las actividades productivas, pero las montañas hay que cerrarlas
definitivamente al laboreo, al cultivo intensivo, los pastizales, uso de
gallinaza, agroquímicos y motobombas. Es decir, las montañas ya tienen un papel
cardinal e indispensable asignado por la propia naturaleza: producir las aguas
y ninguna otra actividad, por más rentable que sea a corto, mediano o largo
plazo, le supera.
ALTERNATIVAS
La ACRD y la UASD, como instrumentos al
servicio de la sociedad dominicana, se comprometen a prestar todo tipo de
colaboración para el estudio, la investigación y las evaluaciones ambientales
que fuesen pertinentes y hace un señalamiento puntual: acogerse a las
disposiciones establecidas en la Constitución de la República (art. 15), la Ley
General de Medio Ambiente y Recursos NaturalesN° 64-00 y sus mandatos para la
conservación de las Aguas y Los Suelos.
Se hace un llamado especial a la
Dirección Nacional de Bienes Nacionales, al Instituto Agrario Dominicano y a la
Dirección General de Mensuras Catastrales para que colaboren con la Suprema
Corte de Justicia y la Dirección General del Catastro Nacional para esclarecer
con meridiana claridad, el estatus legal o régimen de tenencia de las Tierras
Cordilleranas afectadas, muchas declaradas de Dominio Público (Ley N°627 de
1977) y otras por tratarse de tierras comuneras, no mensuradas o que
pertenecieron al Régimen Trujillista y que actualmente son ocupadas por
personas sin títulos, sin cartas constancia, ni ninguna disposición o documento
administrativo que les adjudique o le brinde algún soporte legal a la posesión
que ostentan, quienes promueven tales desmanes contra el país.
El llamado más directo es para el
Ministerio de Agricultura y colateralmente para el Ministerio de Economía,
Planificación y Desarrollo, así como para el Ministerio de Medio Ambiente para
que se aplique con todo el rigor y al espíritu de la letra, la Ley N° 632 de
1977 que prohíbe todo corte de árboles o actividad perturbadoras en un radio de
medio kilómetro a la redonda de toda naciente o cabecera de ríos, arroyos, cañadas
o manantiales. Estas instancias responsables del ordenamiento y la
planificación del territorio tienen que limitar las actividades productivas de
la horticultura, la agricultura y la ganadería a los valles, llanuras o
terrenos de topografía suave o de baja inclinación, prohibiendo toda
perturbación en las laderas escarpadas y lomos de montañas.
Tanto el Ministerio de Medio Ambiente y
el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, como instancias
descentralizadas, tienen que estudiar a fondo y establecer un protocolo o
reglamento para el otorgamiento de nuevos pozos en acuíferos de las zonas
montañosas, comenzando con la regulación, eliminación, relocalización o
suspensión definitiva de todos los existentes o de reciente instalación sin los
permisos correspondientes o con permisos amañados, porque representan un daño a
las comunidades, al sistema hídrico nacional y, consecuentemente, a la
seguridad estratégica del país.
La observación de orden internacional
está dirigida al Ministerio de Medio Ambiente y al Congreso Nacional para que
se observen y se respeten los acuerdos y protocolos firmados con la comunidad
internacional y los compromisos asumidos con la Convención sobre Diversidad
Biológica, porque estamos arruinando la más rica y diversa biodiversidad de la
Región del Caribe y este Rincón del Atlántico o Neotrópico Insular.
De igual manera se le debe prestar
especial atención a la Conservación de los Ecosistemas de Alta Montaña, tal y
como se establece en el Capítulo 13 de la Agenda 21, totalmente asumida por el
país en la Cumbre para la Tierra. Y de paso, de la Convención Ramsar, por la
ruina de los Humedales de Altiplanos, únicos en el Caribe, que hemos permitido
que sean destruidos en Los Bermúdez y Valle Nuevo.
El requerimiento más directo es para el
Ministerio de Medio Ambiente porque se están destruyendo cuatro parques
nacionales (Baiguate, Valle Nuevo, José del Carmen Ramírez y Manolo Tavares),
cuya rectoría y salvaguarda le corresponden directamente.Actualmente sus
ecosistemas más valiosos están siendo pasto de las llamas de los incendios para
su conversión a hortalizas y cultivos de frutales, muy especialmente Valle
Nuevo, donde las actividades agropecuarias han arruinado buena parte de su
exclusiva riqueza biológica.
El llamado de atención también alcanzan
a la Procuraduría General de la República, la Procuraduría para el Medio
Ambiente y la Suprema Corte de Justicia, por el régimen de consecuencias de los
hechos presentes o futuros que podrían derivarse de los daños a la propiedad
pública, la desestabilización del régimen hídrico de la nación que pone en
riesgo la autosuficiencia alimentaria, el abastecimiento en calidad y cantidad
del agua potable a importantes núcleos urbanos, la violación a varios acuerdos
internacionales y la legislación nacional, incluyendo la Ley de leyes, la
Constitución de la República.
Por último, nuestras academias solicitan
al Estado Dominicano y particularmente al Ministerio de Medio Ambiente,
conforme al mandato de la Ley Ambiental Dominicana, que la zona montañosa de
Constanza, Padre Las Casas, Tireo, Bonao y Jarabacoa sea declarada en “Estado
de Emergencia”, a fin defrenar las intervenciones inadecuadas enlas zonas más
agredidas, para iniciar un ambicioso plan de reforestación y restauración
ecosistémica, a fin de devolverle parte del equilibrio ecológico perturbado o
altamente degradado.
La Academia de Ciencias y la UASD, están
conscientes del momento histórico que está viviendo el país en estos momentos,
por el fragor de una campaña electoral, no pueden soslayar el llamado especial
a la clase política nacional, a prestarle la debida atención a este caso que
atenta contra el porvenir de la sociedad dominicana y el país. Es preciso que
nuestros candidatos a los más altos cargos públicos de la nación, pongan por delante
el interés nacional y dejen de lado la indiferencia por los daños que está
sufriendo la Cordillera Central, la Madre de las Aguas Nacionales y toda la
isla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario