La sequía
constituye el principal reto de las autoridades para suplir el líquido a las
labores agrícolas, consumo humano y generación de energía
Sin el recurso agua la vida en la tierra sería imposible Cerca del 70% de
la superficie del planeta está cubierta de agua.
La mayor cantidad se encuentra
en los glaciares y capas de hielo, con mayor incidencia en las regiones
polares.
En cada territorio habitable las autoridades se encargan de gestionar el
uso de este recurso, disponiendo los porcentajes para cada renglón de consumo.
Pero no siempre las poblaciones tienen a su disposición la cantidad de agua
requerida para cada día, debido entre otras razones a la falta de planificación
de los gobiernos en cuanto a la construcción de nuevas obras hidráulicas que
garanticen el suministro, aun en los prolongados meses de sequía.
En República Dominicana existen varias instituciones que manejan el sector
agua, entre estas el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Aguas
Potables y Alcantarillados (INAPA), la Oficina Nacional de Meteorología
(Onamet), el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como las
diferentes corporaciones de acueductos.
Cada una de estas dependencias estatales cumple funciones específicas,
aunque no siempre sirven con la eficiencia que la población demanda. En
períodos de sequía suelen reunirse para determinar los porcentajes disponibles
en las presas, diques y ríos, con los que se suple a los diferentes renglones
de consumo: población, agricultura y generación de energía.
INDRHI
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) fue creado mediante
la Ley número 6 del 8 de septiembre de 1965. Esa ley establece que esta entidad
es la máxima autoridad estatal para la construcción de presas, canales de riego
y obras de infraestructuras hidráulicas a nivel
El Indrhi planifica, coordina y dirige junto a las demás instituciones del
sector agua el uso adecuado de este imprescindible recurso para satisfacer las
diferentes necesidades del quehacer diario en cada comunidad.
El encargado del Comité de Presas del Indrhi, Luis Cuevas, dijo a elDinero que
esta institución tiene la responsabilidad de manejar la adecuación de los ríos
y cauces en coordinación con los ministerios de Obras Públicas y Comunicaciones
(MOPC) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para disminuir los posibles
daños cuando ocurren las precipitaciones atmosféricas.
Cuevas indicó que esta institución se encarga además, de planificar a
futuro la seguridad y el aumento de la oferta hídrica.
Esta proyección implica la realización de un balance hídrico a la
naturaleza cada 10 años con el que se mide el nivel de precipitaciones y los
porcentajes de evaporación del agua, para conocer la disponibilidad del momento
y la cantidad que debe destinarse a cada necesidad.
PRESAS
El país cuenta con 34 presas entre pequeñas y grandes, las cuales tienen
una capacidad de almacenamiento estático de 2,191.39 millones de metros cúbicos
de agua. El 80% es destinado para la agricultura y el 20% es enviado a los
acueductos ubicados en sus zonas de influencia.
Quince de estas presas operan de manera activa, es decir, son utilizadas en
los sistemas de riego para suplir a los acueductos y la generación de energía.
A las demás se les da un uso parcial, de acuerdo a Cuevas.
Existen 288 canales de riego, con una derivación promedio diaria de entre
150 a 200 metros cúbicos por segundo. Esto representa un flujo anual de 5,600
millones de metros cúbicos.
Construir una presa implica realizar un estudio geomorfológico del suelo y analizar las cuencas acuíferas para conocer si la obra puede perdurar con el paso de los años. Las presas tienen una vida útil de 50 años.
Se requieren
cuantiosos recursos económicos para ejecutarlas.
El geólogo Osiris De León dijo a el Dinero que construir
una presa puede costar entre US$150 y US$200 millones, dependiendo el tamaño,
la altura, longitud del muro y las obras conexas.
El especialista precisa que
se deben construir nuevos embalses para resolver los frecuentes problemas de
desabastecimiento en las ciudades.
Sugiere a las autoridades del sector agua elaborar planes a largos plazos
para sortear el problema de escasez producto de las prolongadas sequías, por
efectos del cambio climático.
Dijo, además, que a la población se le debe regalar los primeros 150 litros
de agua, y luego cobrarles RD$100 por cada metro cúbico servido, con lo que se
estaría instaurando una política de ahorro en la ciudadanía. La sequía de 2015
afectó más por la falta de planificación de las entidades.
INAPA
El Inapa es otra de las instituciones del sector agua. Tiene jurisdicción
en 25 provincias, en las que administra 315 acueductos, que suplen de agua a
una población de tres millones 949 mil 276 habitantes, según los últimos datos
disponibles.
En su portal web se dice que su principal misión es garantizar el
abastecimiento del servicio agua potable en cantidad y calidad, recolección,
tratamiento y disposición final de las aguas pluviales y residuales en todo el
territorio jurisdiccional.
De acuerdo a sus ejecutivos, esta dependencia trata de contribuir con el
mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos y la protección del medio
ambiente promoviendo una cultura de ahorro.
Informaciones obtenidas por elDinero dan cuenta de que a
pesar de la existencia de un número considerable de acueductos, la población
recibe menos del 40% de la demanda, debido a deficiencias en las redes de
distribución. Esas mismas informaciones especifican que la ciudadanía paga
menos del 30% del agua que recibe.
ACUEDUCTOS
República Dominicana tiene siete corporaciones de acueductos y
alcantarillados, las cuales administran la distribución y posterior facturación
del agua que consume la población en su área de influencia. Entre estas
entidades figuran las del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD),
Santiago (CoraaSan), Moca (CoraaMoca), Puerto Plata (CoraaPlata), La Romana
(CoaaRom), Boca Chica (CoraaBo) y La Vega (CoraaVega).
Estas demarcaciones tienen una población de 5,496,005 habitantes, los
cuales representan el 58.1% de la población general, de acuerdo al IX Censo
Nacional de Población y Vivienda 2010. El 41.8% restante, equivalentes a
3,949,276 habitantes, se suplen de los acueductos que son administrados de
manera directa por el Inapa.
PREOCUPACIÓN
El crecimiento de las grandes ciudades trae consigo aumento de la demanda
del preciado líquido, lo que en la mayoría de las ocasiones permite la
construcción de pozos tubulares para la extracción de agua del subsuelo, debido
a deficiencias en la planificación e inversiones de las autoridades
gubernamentales en nuevas obras hídricas.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Geología (Sodogeo), Eduardo
Verdeja, expresó que la gran cantidad de agua dulce disponible se encuentra en
el subsuelo en forma de acuíferos, pero su extracción no debe hacerse de forma
indiscriminada, porque trae serias implicaciones para las que se necesitarían
soluciones bastante complejas.
Verdeja precisó que las reservas de aguas en el planeta no cambian, porque
el ciclo del agua no es cerrado, lo que sí varía es la cantidad y calidad
requeridas por el aumento de la población. Indicó que la sobreexplotación de
las aguas subterráneas genera diversas problemáticas, como la contaminación y
reducción del caudal de los ríos.
Una de las dificultades que más preocupa a los expertos, según afirma, es
la contaminación de los acuíferos por el manejo inadecuado de las aguas
residuales.
El experto en aguas subterráneas y profesor emérito de la Universidad
Politécnica de Cataluña (UPC), Emilio Custodio Gimena, recomendó a las
autoridades dominicanas planificar adecuadamente el uso de las aguas del
subsuelo en colaboración con la población. Es partidario de que a los pueblos
se le debe educar para que ahorren el recurso hídrico.
DIQUES
Son sistemas de desviación que distribuyen el agua a las zonas de regadío.
Se manejan a través de compuertas. De ellos nacen los canales que sirven para
el aprovechamiento en las labores agrícolas.
LAS PRESAS
Se encargan de retener el agua para acumularla en un embalse. Luego,
aprovechando un salto hidráulico se utiliza para la generación de energía
hidroeléctrica. Otra utilidad es el control de la misma, lo cual permite que
pueda servirse en los momentos de mayor necesidad para abastecimiento
poblacional, refrigeración, industrias y agricultura.
Con las construcciones de presas se pueden controlar las crecidas de los
ríos y almacenar los excesos, con los que se evitan cuantiosos daños
económicos, y pérdidas de vidas. Estos embalses son bastantes útiles en tiempos
de prolongadas sequías.
También son imprescindibles para la producción de
energía.
LEY DE AGUA
Hace más de 10 años reposa en el Congreso Nacional una propuesta para la
elaboración de la Ley de Agua, con la que se permitirá una mayor gestión del
recurso, así como mejor planificación para enfrentar los problemas del futuro.
Algunos sectores han pedido en reiteradas ocasiones al Gobierno derogar
recursos para la construcción de nuevas presas entre las que figuran la de
Guaigüí, para abastecer al Cibao Central; Monte Grande, imprescindible para la
región Suroeste; la del río Amina, útil para la Línea Noroeste, y la presa de
Madrigal, para el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, entre otras.
Informaciones reciente dan cuenta de que algunas presas han comenzado a
recibir abundante agua.
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