Tristemente los océanos del mundo
se han convertido en los basureros del planeta, tanto así que sólo en el
Pacífico más de 15 millones de kilómetros cuadrados están contaminados con
plásticos.
Océano Pacífico: el basurero más
grande del mundo
Se llama Boyan Slat, nació en 1994,
es holandés y tiene una idea tan sencilla como revolucionaria para retirar de
los océanos los plásticos y otros desechos que los ensucian.
Su invención no perjudica el
medioambiente sino que lo aprovecha y lo convierte en un aliado en la lucha
contra la contaminación marina.
“En las últimas décadas han entrado
en los océanos toneladas de plástico dañando los ecosistemas y llegando a las
cadenas alimentarias, señala Slat, fundador y director ejecutivo (CEO) de ‘The
Ocean Cleanup’, TOC, (limpieza oceánica, en inglés).
El CEO de esta empresa emergente
con sede en los Países Bajos, señala que se dio cuenta del problema de la
contaminación de plástico, cuando buceaba en Grecia, durante unas vacaciones
con sus padres hace unos años, y encontró en el agua ¡más bolsas de plástico
que peces!.
“Por desgracia, el plástico no
desaparece por sí solo y entonces me pregunté ¿Por qué no podemos limpiar
esto?”, recuerda Slat, al relatar aquella experiencia que le llevaría a fundar
TOC.
La siguiente pregunta reveladora
que se planteó Slat fue: ¿Por qué moverse a través de los océanos a bordo de
barcos que generan muchos gastos y además contaminan, si los océanos se mueven
por si solos a alrededor nuestro?
Así surgió la idea de que los
océanos podrían limpiarse a sí mismos por medio de un sistema de largos brazos
flotantes anclados al fondo del mar y conectados a una estación recolectora,
proyecto cuya viabilidad técnica y financiera ha sido corroborada y avalada por
un equipo internacional de científicos.
UNA ‘V’ KILOMÉTRICA PARA ATRAPAR EL
PLÁSTICO
El concepto de Slat utiliza las
corrientes y los vientos oceánicos como un medio natural para transportar las
basuras plásticas de forma pasiva hacia una plataforma de recogida.
Cada unidad de este sistema, estará
constituida por una estructura matriz formada por dos brazos en forma de ‘V’,
de 50 kilómetros de largo cada uno, conectados a una plataforma recolectora
situada en su confluencia, la cual tendrá unos 10.000 metros cuadrados de
superficie y se vaciará cada mes y medio.
El ángulo de los brazos permitirá
que el plástico, que en su mayor parte se localiza en los tres metros más
próximos a la superficie del agua, se reúna y flote hacia la plataforma.
Según TOC, cada plataforma,
alimentada en su mayor parte por la energía eléctrica obtenida mediante 160
paneles solares, extraerá el plástico acumulado gracias al empuje de las
corrientes marinas, a un costo 33 veces más barato que el de los métodos
convencionales de limpieza actuales, y este material finalmente será traslado a
tierra para ser reciclado y reconvertido, por ejemplo, en aceite para uso
industrial o locomotor.
El sistema no representará una
amenaza para la vida marina, ya que ésta pasará por debajo de las barreras
sólidas, movidas por las corrientes del océano, impidiendo de esta forma la
captura accidental.
Todo el material flotante se
mantendrá a nivel de la superficie quedando listo para su recolección.
PASOS DECISIVOS
Boyan Slat ya ha dado en 2014 dos
pasos decisivos para hacer realidad su ambicioso proyecto de limpieza oceánica.
Con este método, según los
científicos, se podría reducir a la mitad, en un plazo de diez años, el enorme
parche de basura que flota como si fuera una isla en las aguas del Océano
Pacífico.
1 millon de aves y 100 mil animales
marinos mueren cada año por la ingestión de bolsas plasticas
Más de cien mil mamíferos marinos y
un millón de aves sufren una muerte lenta cada año debido a enredos con las
redes o con los escombros flotantes acumulados, o por la ingestión de pequeñas
piezas de plástico que confunden con alimento.
Muchas partículas de plástico son
tan pequeñas que están siendo confundidas con plancton.
Antes de la moderna contaminación,
toda la materia en el océano era biodegradable o comestible. Ahora las tortugas
comen bolsas de plástico por error confundiéndolas con medusas, y las medusas
comen pequeñas partículas de plástico confundiéndolas con plancton. Y así, el
plástico ha entrado en la cadena alimenticia para quedarse.
Desafortunadamente muchas marcas de
cosméticos utilizan microperlas en sus productos como la pasta de dientes y
productos de limpieza facial.
Estas minúsculas perlas de
poliestireno son eliminadas por el drenaje terminando en los océanos, y por lo
tanto, entrando en la cadena alimenticia.
Cuando el plástico entra en
contacto con el agua de mar y se calienta con el sol, se convierte en una
esponja para residuos tóxicos como el DDT, magnificando hasta un millón de
veces sus efectos tóxicos.
Así de alarmante es, cuando comemos
productos del mar también estamos ingiriendo residuos tóxicos
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