Una nube de humo se eleva del Monte Santa Helena en
1982, dos años después de su erupción.
En mayo de 1980 el Monte Santa Helena explotó. Su erupción fue tan violenta y súbita
que se convirtió en la más letal de la historia de Estados Unidos. Un grupo de
vulcanólogos acaba de publicar un estudio sobre el volcán y los datos son
bastante extraños.
El Santa Helena no tiene lava.
El Santa Helena no tiene lava.
Hemos visto escenas parecidas en multitud de
películas. Un volcán explota y los protagonistas…
No es que ahora no tenga lava porque se
vació en 1980. Es que nunca ha tenido una cámara magmática como la que exhiben
la mayoría de los volcanes.
El Louwala-Clough (montaña humeante en la lengua de los indios Klickitat nativos de la zona) está frío por dentro y los exámenes no explican de dónde sacó el magma necesario para la brutal explosión que segó las vidas de 57 personas y arrasó un área de 445 km2. La avalancha de escombros producto de la erupción fue tan masiva que el monte perdió 400 metros de altura sobre el nivel del mar (actualmente su cota está en 2.550) y dejó un cráter de 1,5 kilómetros de ancho.
El Louwala-Clough (montaña humeante en la lengua de los indios Klickitat nativos de la zona) está frío por dentro y los exámenes no explican de dónde sacó el magma necesario para la brutal explosión que segó las vidas de 57 personas y arrasó un área de 445 km2. La avalancha de escombros producto de la erupción fue tan masiva que el monte perdió 400 metros de altura sobre el nivel del mar (actualmente su cota está en 2.550) y dejó un cráter de 1,5 kilómetros de ancho.
Aspecto del Monte Santa Helena poco antes de la
explosión.
Desde 2014, un grupo de geólogos ha
explorado el volcán aprovechando que sigue activo pero duerme. Para ello le han
practicado el equivalente a una TAC. ¿Cómo se práctica una tomografía
computerizada a un volcán? Muy sencillo: con explosivos. Los investigadores
practicaron agujeros en diferentes puntos del volcán y los rellenaron con
pequeñas cargas. El objetivo era analizar cómo se transmiten las ondas de
energía sísmica en el interior del volcán.
Los resultados acaban de publicarse en
la revista Nature Communications, pero arrojan más
preguntas que respuestas. Los científicos no encontraron una cámara de magma
bajo el volcán como esperaban. En su lugar tan solo hallaron un conducto
relativamente frío. Además, la roca bajo el volcán tiene una composición muy
poco habitual entre la corteza y el manto en esa zona.
Obviamente, el Santa Helena tiene que
sacar el material para sus erupciones de alguna parte, pero aún no han
descubierto de dónde exactamente. La principal hipótesis es que obtiene su
poder del este, en una zona conocida como el Arco Cascade. Se trata de una
hilera de volcanes activos situados sobre la zona en la que se unen la placa
tectónica Juan de Fuca con la placa continental norteamericana.
Esa hipótesis no explica cómo es posible
que el magma de ese arco se desplace tan al oeste. Para tratar de dar con una
respuesta, los investigadores del proyecto iMUSH (Imaging Magma Under St
Helens) trabajan en examinar la zona. De su trabajo no solo se podrían prevenir
mejor nuevas erupciones, sino también prever si el magma de esos arcos puede
llegar a salir por otros puntos en los que no se había pensado en un principio
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