La definición de lo que constituye peligrosidad de un
residuo es fundamental para todas las decisiones que se tomen posteriormente
para su manejo y disposición final.
La definición de residuos peligrosos más mencionada es
la de "residuo o combinación de residuos que representen un riesgo
substancial presente o futuro para la integridad de las personas o el
ecosistema".
De acuerdo a esta definición se pueden definir
propiedades de los residuos sólidos que los hagan peligrosos en su manejo y
disposición, y de acuerdo a ellas pasar a categorizar los componentes de los
residuos sólidos municipales, las propiedades más utilizadas se dividen en dos
categorías:
a. Propiedades que afectan la seguridad
- Corrosividad
- Explosividad
- Inflamabilidad
- Reactividad
b. Propiedades que afectan la salud
- Infectividad
- Toxicidad
- Carcinogenicidad
- Irritabilidad
- Mutagenicidad
- Radioactividad
Qué HACER CON LOS RESIDUOS SÓLIDOS
RECOGIDOS? Una vez se han recogido los residuos sólidos se ha logrado
uno de los objetivos principales del plan de manejo integrado del municipio.
La recolección tiene efectos importantes
sobre la salud pública al minimizar la proliferación de zancudos, cucarachas,
ratas y moscas que transmiten enfermedades, y también mejora la apariencia
estética de la población, sin embargo para continuar con el manejo integrado de
los residuos sólidos es necesario manejarlos adecuadamente una vez se han
recogido.
Las principales opciones para el manejo de los
residuos sólidos una vez han sido recogidos son las siguientes:
- Disposición directa en e!
relleno sanitario o botadero.
- Incineración (quemado).
- Separación y aprovechamiento.
- Combinación de las anteriores.
Sin lugar a dudas la opción más utilizada en el mundo
entero, es enterrar los residuos sólidos una vez han sido recogidos.
Enterrar los residuos sólidos, si se hace
adecuadamente, es una opción viable. Siempre habrá una fracción de los residuos
sólidos que es necesario enterrar y por eso esa opción debe siempre tenerse en
cuenta. Una segunda opción es la quema controlada, incineración, de los
residuos sólidos, y ésta puede hacerse sobre éstos tal como se reciben, con una
mínima separación, o luego de haber sido seleccionados.
La incineración abre la posibilidad de generar energía
a partir de los residuos y de reducir considerablemente la cantidad final de
éstos que va al relleno sanitario, sin embargo, no está libre de problemas
ambientales como la contaminación atmosférica y el manejo de las cenizas
resultantes.
Para ciertos residuos peligrosos, como los residuos
infecciosos de los hospitales, la incineración es una excelente
alternativa.
La tercera opción es la separación de los residuos en fracciones
utilizables de diversas formas como:
- Reuso directo e indirecto.
- Materiales para manufactura o
reprocesamiento.
- Materiales para compostación
(generación de humus)
- Materiales para la generación de
energía.
- Relleno en obras y
recuperación de terrenos,
Muchas veces, sin embargo, el manejo integrado de los
residuos sólidos requiere la combinación de una serie de estas opciones.
Por ejemplo, siempre debe haber un sitio de
disposición final de los residuos, relleno sanitario, aunque se tengan
programas de separación y recuperación, y/o incineración.
En muchos casos es recomendable tener un incinerador o
un esterilizador para el manejo de los residuos hospitalarios.
En otros casos parte de los residuos se separan
para mejorar la calidad del combustible para el incinerador, y luego de
aprovechar lo que se puede, se entierra el sobrante.
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