Algunos jóvenes desconocen la importancia de tener un buró crediticio
limpio y las oportunidades que esto trae consigo.
Sin embargo, es una realidad que es propenso a manchar su historial
por desconocimiento o por satisfacer sus vanidades
Este
desorden económico en que incurre la población juvenil cuando inicia la etapa
laboral se debe a la falta de cultura financiera, así lo afirma el economista
Ciriaco Cruz.
El experto
sostiene que los bancos se dirigen a la población más joven, porque son los más
vulnerables para caer en el endeudamiento. “Al estos obtener una tarjeta de
crédito, sienten que se les está dando un poder para satisfacer sus gustos, y
que puede ayudarlos a resolver cualquier cosa en los momentos en que no tienen
dinero en efectivo”, dice.
Cruz
agrega que a medida que las personas se endeudan les generan ingresos a las
entidades financieras y en repetidos casos terminan pagando hasta tres veces la
deuda contraída.
“Otro
factor a destacar es que muchas personas no leen el contenido de los contratos
financieros y no se educan sobre el uso adecuado de los recursos bancarios. A
esto hay que añadirle que los jóvenes están bombardeados por una cultura
consumista que los induce a generar un déficit económico”, puntualiza.
También
el comunicador y activista social Vladimir Encarnación explica que en la
mayoría de los casos el desorden financiero se debe a la falta de
madurez. “Los jóvenes tienen una necesidad de aparentar, pues el bombardeo
mediático les hace sentir que necesitan cosas que no tienen y para conseguirlas
se endeudan y sobrefinancian, es decir, gastan más de lo que ganan”.
ORIENTACIÓN BANCARIA
El primer paso para mejorar la actividad financiera es conocer todo lo relacionado con el historial crediticio. En la actualidad, existen en el mercado dominicano empresas que regulan los perfiles financieros de toda persona desde que cumplen la mayoría de edad.
Una
de las más conocidas es TransUnion, una empresa de información de orden
mundial, instalada desde el 2006 en República Dominicana, con la misión de
ayudar a la personas alrededor del mundo a entender y manejar su información
personal.
La
empresa creó en 2011 la plataforma TuCrédito, un soporte que permite ver las
historias de crédito gratuitamente cuatro veces al año y aprender a cuidarlo
para mantenerlo saludable.
La
adecuada iniciativa para que los jóvenes desarrollen la cultura financiera es
conociendo todos los términos bancarios afines, explica Sheila Martínez,
gerente de Servicio al Cliente de la firma.
“Cuando
le preguntas a algunos jóvenes qué es el crédito, no saben responder con
exactitud. Es importante que sepan que este no es más que el nivel de confianza
que posee un acreedor (el banco) hacia una persona, bajo un acuerdo con los
parámetros previamente acordados”, afirma Martínez.
Destaca
que cuando una persona incumple con una deuda no pasa a “una lista negra” como
dicen, pero esta conforma su historia de crédito, y es el reflejo del
comportamiento económico de la persona. Ello indicará a los bancos si esta
persona puede aplicar para buenas condiciones de financiamiento o no. “La
institución financiera considera otros factores junto al comportamiento
crediticio, como nivel de endeudamiento, ingresos, tiempo en el empleo actual,
entre otros”.
MAL MANEJO FINANCIERO
Una de las consecuencias del mal manejo financiero es que esa información se reflejará en la historia de crédito durante 48 meses y, según el Artículo 64 de la Ley 172-13, el tiempo de contrato de la cuenta, junto al monto, será trabajado de manera distinta.
“Las
empresas de crédito tienen diferentes políticas. Si una persona debe y ha
quedado mal con deudas contraídas con otros bancos, la entidad financiera se
arriesga a prestarle pero con un interés más alto”, manifiesta la gerente.
CONOCER LAS NECESIDADES
Martínez sostiene que los bancos, como entidades financieras, ofrecen muchos productos, pero el joven antes de optar por una de las propuestas debe evaluar sus necesidades frente a la elección del producto en cuestión. Entre las opciones más comunes y, según la definición de la experta, son los préstamos y las tarjetas de crédito. El primero puede ser solicitado como personal, de vehículo o hipotecario. Este tiene la característica de que la tasa por pagar es más baja, con cuotas fijas y con más tiempo para pagar. “Hay que planificar más para acceder a esta facilidad. Por lo general, el acreedor solicita una garantía solidaria”.
La
segunda es más flexible, de rápido acceso, con un interés mucho más alto y
menos tiempo para pagar. “Después de cada corte, el banco otorga 20 días para
liquidar todo o parte de lo consumido, si se paga el total de lo consumido en
ese período, no se cobra intereses”.
Aclara
que algunas veces los bancos ofrecen aumentar el límite de crédito por hacer
buen uso de las tarjetas, pero hay que analizar si lo necesitamos, y si se
puede pagar para evitar gastar por encima de las posibilidades.
LEY QUE AMPARA AL DEUDOR
La experta pone de manifiesto la ley que ampara al deudor para que las personas conozcan sus derechos frente a una situación legal. “Para que una persona financieramente activa vea condenado su crédito debe agotar una serie de fases. Cuando no paga en 90 días la deuda acumulada, pasa al Departamento Legal”, señala.
Según
lo establece la Ley 172-13, que regula las Sociedades de Información Crediticia
y de protección al titular de la información. Esta ley comprende, entre otros
derechos, el derecho a consulta para la protección de datos y el derecho de
acceso de información.
HOMBRES VS MUJERES
De acuerdo con las estadísticas suministradas por la empresa TransUnion, un estudio del conocimiento crediticio en la población dominicana reveló que el 60.06% del segmento de la población entre 18-25 años son hombres, y manejan un límite promedio (RD$22,151.33) superior a las mujeres (RD$21,018.04); sin embargo, los hombres poseen una tasa de morosidad mayor (11.42% vs 8.15%). En cuanto a la utilización, las mujeres presentan menor utilización en sus tarjetas que los hombres (50.55% vs 47.94%).
A
marzo 2015, los clientes de tarjetas de crédito oscilan en 1,4 millones de
perfiles; siendo el 11.05% (155,145) con edades entre 18-25 años. De este grupo
el 14.85% son perfiles con poca experiencia crediticia.
EXPERIENCIA DE MAL MANEJO
CREDITICIO
Dahian García es un joven que adquirió una tarjeta de crédito hace un año y, desde entonces, no se ha sabido administrar. Se ha visto involucrado en deudas financieras. Afirma que, en su caso, su crédito se vio afectado por todas las ofertas ficticias que le hacen los bancos con las tarjetas de crédito. “Uno, como joven, con poca asesoría en el tema, se deja llenar los ojos. También gastamos más de lo que obtenemos mensualmente y esto trae como consecuencia un desequilibrio económico”. Además de que se cataloga como un comprador compulsivo.
Esmeralda
Cruz, dice que ella se vio afectada en el ámbito financiero porque obtuvo dos
tarjetas de crédito, ganando un sueldo mínimo. Cuando vio que los límites
sobrepasaban sus ingresos, tomó un préstamo para pagarlas. En cambio, dice que
sus gastos eran en cosas innecesarias, como ropa y zapatos, solo por lujo. “Yo
creía que era dinero extra, y es una deuda que uno acumula”.
En
efecto, los jovenes al iniciarse en el ámbito laboral deben educarse
antes de adquirir un producto bancario.
IMPORTANCIA DEL MANEJO
FINANCIERO
Sheila Martínez recomienda aprender desde los inicios sobre el manejo financiero para saber usar el crédito de manera sana, conociendo los tipos de productos existentes en el mercado, su forma de utilización y cómo se refleja esta información en su historial crediticio. “Identificar las prioridades harán la diferencia a la hora de manejar el crédito”, señala la experta.
A la
hora de plantearse tomar un crédito, conviene que el usuario se pregunte si esa
compra que va a realizar es verdaderamente necesaria o mejorará en algún
sentido nuestra calidad de vida, sobre todo, si tenemos la posibilidad de
pagarla.
Conocer
la capacidad de pago y estar seguro de qué hacer frente a las obligaciones
crediticias que se adquieren es el primer paso para evitar deudas impagables.
Como regla general, el total de las deudas no debe sobrepasar el 30% de los
ingresos. Esto se debe a que es difícil solventar todos los gastos del mes con
menos de 70% de los ingresos.
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