Prácticamente desconocida, para construir un canal que atraviese
este país centroamericano a lo largo de 286 km, desde el Pacífico hasta el
Atlántico.
La concesión incluye el derecho a construir centros
industriales, aeropuertos, un sistema ferroviario, otro de oleoductos, así como
los derechos de expropiación de las tierras y los recursos naturales que se
detecten en el trayecto.
Las obras comenzarán a finales de este año.
Aunque no se ha decidido la ruta exacta del canal, se sabe que
atravesará el Gran Lago de Nicaragua (Cocibolca), la mayor reserva de agua
potable de América Central y un entorno de gran biodiversidad, además de
bosques y humedales de gran valor ecológico.
También viven en la zona diversas comunidades indígenas que se
pueden ver amenazadas.
Este proyecto podría conducir al mayor desastre ambiental de la
región, no se explica cómo este tema se ha escapado al ‘radar’ de las grandes
organizaciones conservacionistas.
Axel Meyer de la Universidad de Konstanz (Alemania), demandan
esta semana en la revista Nature la necesidad de realizar una evaluación de
impacto ambiental independiente para este megaproyecto
Hasta ahora la Asamblea Nacional de Nicaragua ha rechazado las
denuncias legales presentadas contra la concesión.
Los autores proponen que el gobierno nicaragüense debería
detener los planes de construcción hasta que los estudios de evaluación
confirmen la viabilidad y rentabilidad del proyecto.
El Gobierno aduce que con el proyecto sacará a Nicaragua de la
pobreza, pero hasta la fecha no se conocen estudios de viabilidad financiera y
los mejores economistas han expresado su preocupación por la posibilidad de que
este canal se convierta en un enclave extranjero como ocurrió con el de Panamá
.
El investigador insiste en la amenaza ambiental que representa
la obra:
“Puede causar daños irreparables en los ecosistemas –terrestres,
lacustres y marinos–; tener un efecto devastador en las propiedades químicas y
biológicas de ríos y lagos; dañar el entorno por las obras de construcción,
excavación y dragados, así como la contaminación que puedan producir los
grandes buques petroleros”.
Extinción de especies y cambios migratorios
Esto también puede conducir a la extinción de muchas especies
endémicas de peces de importancia económica para el turismo (pesca deportiva) y
la supervivencia de comunidades costeras pobres.
Además también se puede favorecer la introducción de especies
invasoras.
Según el estudio, la infraestructura del canal y demás proyectos
asociados (oleoductos, aeropuertos, zonas industriales, etc.) también podrían
tener un impacto negativo en los patrones de migración y la dinámica biológica
de la fauna terrestre.
Tal como ha sido presentado este proyecto no es ni ambiental ni
científicamente sostenible.
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