Los efectos del huracán
Katrina en la Costa del Golfo de los Estados Unidos en 2005 fueron
especialmente desastrosos en la baja zona costera de Nueva Orleans, en la boca
del río Mississippi.
La alteración humana de los
ecosistemas costeros redujeron considerablemente las defensas naturales del
mar, dejando a la costa en una situación especialmente vulnerable a grandes
mareas y tempestades.
Los intereses encontrados
actores claves en las cuencas y las costas (como por ejemplo, en el control de inundaciones
y la producción de petróleo y de gas) resultan particularmente evidentes
siguiendo a Catástrofes como los tsunamis y mareas de tempestad, poniendo de
relieve las funciones integradoras más extensivas y los valores de los
ecosistemas costeros.
En el caso de la inundación
de Nueva Orleans, los
Humedales costeros que
estaban ubicados alrededor
Del delta y que se perdieron
como consecuencia de
Las actividades humanas,
podrían haber atenuado
Los efectos.
Estos humedales sufrieron
una falta De reposición de sedimentos por causa de la construcción de malecones
de río, lo cual aumentó el caudal de este último, pero redujo la extensión del delta.
Los efectos de las mareas de
tempestad y de las mareas extremas pueden reducirse, aunque no prevenirse por
completo, con ecosistemas costeros en buen estado, como por ejemplo, ciénagas
salinas bosques de manglares y arrecifes de coral. DE MAREAS EXTREMAS
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