Los humedales construidos se
están consolidando como una de las soluciones más eficaces y sostenibles para
eliminar contaminantes emergentes de las aguas residuales — desde antibióticos
y fármacos hasta microplásticos y genes de resistencia bacteriana.
Más allá de ser una
alternativa más económica, su eficacia es notable: estudios recientes muestran
remociones de hasta el 99 % para antibióticos como la oxitetraciclina o la
sulfadiazina en humedales de flujo vertical, combinando procesos de adsorción,
biodegradación y fito-remediación (Rodríguez et al., 2024; Ding et al., 2017).
El secreto está en su diseño:
el tipo de flujo (vertical, horizontal o híbrido), el tiempo de retención
(marcado por el sustrato) y la vegetación elegida determinan su capacidad de
eliminación (Muduli et al., 2024). Gracias a estos ajustes, los humedales
construidos pueden adaptarse a entornos urbanos o rurales, funcionando con bajo
consumo energético y mínima intervención tecnológica.
En un momento en que los
contaminantes emergentes representan un reto global para la calidad del agua,
los humedales construidos son una alternativa robusta, ecológica y
científicamente validada para avanzar hacia una depuración más natural y
eficiente.
📚 Referencias
Ding, H. et al. (2017). Emerging organic contaminant removal in
constructed wetlands. Advances in Engineering Research, 143.
Rodríguez, … et al. (2024). Removal of metals and
emergent contaminants from liquid digestate by vertical subsurface flow
constructed wetlands. Frontiers in Microbiology.
Muduli, M., Choudhury, M., & Ray, S. (2024). A
review on constructed wetlands for environmental and emerging contaminants
removal from wastewater. Environment, Development and Sustainability,
26(12).

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