Lo llevan usando unos meses en Reino Unido y a su historial de
hitos para el transporte hay que sumar ahora un récord de velocidad: casi 125
km/h.
La cifra no es de escándalo para un vehículo cualquiera, pero sus responsables nos recuerdan que estamos hablando de un autobús urbano que además se vale de biometano como combustible. Y la obtención de ese biometano llega directamente de las heces de las vacas.
El autobús de línea regular que ha batido el récord de velocidad
en circuito con 123 kilómetros por hora se hace llamar Bus
Hound y forma
parte de la flota de la empresa Reading Buses. Y viaja por
las calles de la ciudad que da nombre a la compañía con un
diseño cómo no de vaca.
El vehículo lleva en su parte superior siete tanques donde se
almacena en estado líquido el biometano que se obtiene en una planta de la
compañía donde la materia prima son excrementos de vacas.
De forma general hace a este autobús muy parecido a los que ya
es habitual ver por ciudades de todo el mundo con depósitos de gas natural.
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