lunes, 8 de diciembre de 2025

GESTIÓN INTEGRAL DE PLAGAS


 

Simplemente para reflexionar E intercambiar ideas.

La historia del control de plagas es, en el fondo, la historia de nuestros retos y de un aprendizaje constante.

Primero respondimos con golpes: productos, más productos y todavía más productos.

Después descubrimos que no estábamos controlando plagas… sino generando resistencia y aplicando “por las dudas”, sin comprender realmente el sistema biológico.

Así nació la “Gestión Integral de Plagas”.

Y vale aclararlo: cuando hablamos de “gestión” no hablamos de trámites, ni de burocracia. Hablamos de analizar un problema biológico, comprender sus causas, anticipar escenarios y definir acciones inteligentes basadas en evidencia.

Según el país, la palabra “gestión” puede interpretarse distinto; aquí significa estrategia, lectura del ecosistema y toma de decisiones efectivas.

Hoy, seguir pensando que la GIP es “poner cebos y hacer visitas mensuales” se podría decir que se está en el pasado.

 

El futuro no es controlar plagas: es anticiparlas, modelarlas, predecirlas y neutralizarlas antes de que la conducta biológica se convierta en un evento en planta.

El verdadero salto evolutivo será dejar de mirar trampas… y empezar a mirar patrones.

Pasar de procedimientos a inteligencia operacional.

Porque el próximo capítulo de la GIP no lo van a escribir los productos, ni los programas, ni los protocolos.

Lo va a escribir la capacidad humana de entender sistemas vivos complejos y de integrarlos con datos, sensores, umbrales dinámicos y decisiones audaces.

La historia fue reactiva.

El presente es integrador con capacitación permanente con sistemas modernos.

El futuro será predictivo…

sábado, 6 de diciembre de 2025

COSTEROS Y MARINOS, NINA LYSENKO; Y LA DIRECTORA TÉCNICA DE GABINETE, MAIRENY INFANTE.


 

Durante la sesión, el equipo presentó los alcances del Proyecto de Ley Sectorial de la Zona Costera Marina y sus Recursos, un marco normativo fundamental para garantizar la conservación, el manejo sostenible y el ordenamiento territorial costero, en línea con los compromisos ambientales nacionales.

 


El Ministerio reafirmó su compromiso con la protección de los ecosistemas marinos y costeros, impulsando políticas que integren sostenibilidad, desarrollo económico y bienestar comunitario.

¿Veneno o medicina? A primera vista, el veneno de abeja solo nos hace pensar en dolor, un dolor que cualquiera preferiría evitar, incluso yo que soy apicultor y estoy acostumbrado. Sin embargo, la ciencia está revelando una realidad mucho más sorprendente:


 

Este compuesto natural guarda un potencial terapéutico que podría cambiar la forma en que tratamos enfermedades complejas.

 

La melitina, el péptido más abundante del veneno, es la gran protagonista. Su capacidad para actuar directamente sobre las células enfermas ha despertado un interés enorme en la comunidad científica. Investigaciones recientes muestran que puede destruir células tumorales —incluidas las del cáncer de mama— sin dañar de forma notable a las células sanas, algo así como una puntería fina que muchas terapias actuales aún no logran.

 

Pero su poder no termina ahí. La melitina también se estudia como agente antiinflamatorio, especialmente en patologías como la artrosis, donde podría aliviar el dolor y mejorar la movilidad de quienes la padecen. Y aún hay más: su efecto antibacteriano y antiviral abre una puerta importante frente al reto creciente de las infecciones resistentes. Actúa sobre las membranas celulares con una eficacia que inspira nuevas líneas de investigación biomédica.

 


Universidades y centros especializados de todo el mundo están explorando formas de aplicar clínicamente el veneno de abeja para desarrollar tratamientos más naturales, precisos y menos invasivos. La naturaleza, una vez más, demuestra que es una aliada poderosa cuando sabemos escucharla.

 

Un dato curioso lo encontramos en un estudio reciente realizado con pollos sometidos a estrés por calor. Al administrar melitina, mejoró la salud intestinal y el rendimiento de los animales. Aunque es evidente que no comparto los principios de la ganadería industrial, este resultado nos recuerda que la naturaleza sigue ofreciéndonos respuestas que todavía estamos aprendiendo a interpretar.


 

Quizá el veneno de abeja —paradójico, pequeño y profundamente fascinante— forme parte de las terapias del futuro.

SE HA IDENTIFICADO UN NUEVO TIPO DE ORGANISMO MICROSCÓPICO EN EL INTESTINO HUMANO, Y SU DESCUBRIMIENTO ESTÁ REDEFINIENDO LO QUE ENTENDEMOS COMO “VIDA” DENTRO DEL MICROBIOMA.


 

Estos organismos, llamados obeliscos, están formados por pequeños anillos de material genético capaces de producir proteínas completamente nuevas para la ciencia, bautizadas por el equipo como oblins. Aún no está claro qué funciones cumplen estas proteínas ni cómo interactúan con otros microorganismos, pero su existencia sugiere procesos biológicos desconocidos que ocurren dentro de nosotros.

 

Los obeliscos dependen de una célula microbiana huésped para replicarse. Los investigadores ya identificaron un posible anfitrión: la bacteria Streptococcus sanguinis, común en la placa dental y también presente en la microbiota oral. Sin embargo, todavía es un misterio dónde más se encuentran estos organismos, cómo se transmiten y qué efectos tienen sobre sus huéspedes.

 

Lo más fascinante es que los obeliscos habían pasado completamente desapercibidos, y podrían representar una nueva categoría de formas de vida, distinta de virus, viroides u otros elementos genéticos conocidos. Esto abre preguntas fundamentales sobre su origen, evolución y función.

 

En el contexto de los trillones de microorganismos que habitan nuestro intestino —y que regulan desde la digestión hasta el estado de ánimo— los obeliscos podrían desempeñar un papel desconocido.

 

Si resultan ser parásitos, podrían dañar bacterias beneficiosas y desestabilizar el microbioma, contribuyendo a enfermedades metabólicas o inflamatorias.

 

Si, por el contrario, mantienen una relación simbiótica, podrían apoyar la estabilidad y diversidad microbiana, ofreciendo incluso nuevas oportunidades para terapias basadas en el microbioma.

 

Por ahora, los obeliscos representan un rompecabezas extraordinario: una forma de vida diminuta, oculta y potencialmente influyente, de la que apenas comenzamos a entender su existencia.

 

Fuente: Nature

Participamos en la quinta edición del Catálogo de Prácticas Prometedoras, una iniciativa del CONEP y el PNUD, respaldada por el Ministerio de Medio Ambiente, en la que fueron reconocidas 19 propuestas empresariales que elevan el estándar nacional en sostenibilidad, innovación y desarrollo humano.


 

El ministro Paíno Henríquez destacó que estas iniciativas demuestran el compromiso del sector privado dominicano con la construcción de un país más sostenible, impulsando la innovación y aportando al bienestar de la ciudadanía y la protección de los recursos naturales.

 


Como institución, reafirmamos nuestro apoyo a las alianzas que promueven modelos de desarrollo responsables y orientados al futuro.



viernes, 5 de diciembre de 2025

El Viceministerio de Suelos y Aguas, con el apoyo técnico de la FAO, desarrolló un taller de Incepción y un recorrido de campo en San José de Ocoa y San Juan, como parte del proceso de elaboración del Informe Nacional PRAIS ante la CNULD.


 

Durante la jornada se sostuvieron encuentros con actores locales, agricultores y líderes comunitarios, permitiendo recopilar información directa, validar avances y fortalecer la base técnica del informe para reflejar con precisión las condiciones actuales del suelo.


 

Este proceso también fomentó el intercambio de experiencias con las comunidades rurales, identificando oportunidades para mejorar la gestión sostenible de las tierras. El Ministerio reafirma su compromiso con la restauración de los suelos, la gestión responsable de las tierras y la resiliencia de las comunidades rurales.


jueves, 4 de diciembre de 2025