Estos dos nombres tan difíciles de
pronunciar mantienen una lucha histórica donde la comunidad científica debe
otorgar el “galardón” a la temperatura más baja en una población. Se trata de
los dos lugares habitados más fríos, tanto, que ambos han registrado
temperaturas por debajo de los -60ºC. Así viven sus habitantes.
En la República de Saja, en Siberia
Oriental, se encuentra la ciudad rusa de Verkhoyansk. Un enclave situado a orillas del río Yana, entre la
cordillera Verjoiansk y los montes Cherski cuya población la conforman
alrededor de 1.400 habitantes, razón que la hace una de las poblaciones más
pequeñas con estatus de ciudad.
De su nombre e historia habría que
remontarse al 1638, momento en el que se creó un asentamiento cosaco a 90
kilómetros al suroeste del actual emplazamiento. Hoy este enclave lo conforman
habitantes cuyo censo marca un 75% de yakutos y menos del 25% rusos, siendo el
resto de diferentes etnias.
Lo que la hace tan inusual y fascinante
es su clima y situación en el planeta. Su economía se basa en la agricultura y
la cría de ganado, caballos y renos centrada en el negocio de las pieles, y sus
bajas temperaturas en invierno son simplemente terroríficas.
Hablamos de una media que en el mes de
enero es de -46ºC y la oscilación anual es muy alta, ya que en julio la media
es de 15,2ºC. Con todo, si por algo guarda este pueblo especial orgullo es por
la temperatura que se registró un 7 de febrero de 1892 con -69,8ºC por el
científico Sergei Kovalik, en cambio el más alto registrado en Verkhoyansk ha
sido de 37ºC.
Oymyakon , el “otro” polo norte
Si creías que Verkhoyansk era el pueblo
más frío del mundo es porque probablemente no conocías Oymyakon , quienes también luchan por obtener este preciado “galardón”. Y es
que esta aldea o poblado (no ciudad), se encuentra a más de 300 kilómetros al
sur de Verkhoyansk. Más concretamente a orillas del río Indigirka en el
noroeste de la república de Saja, en el este de Siberia.
En su caso hablamos de una población de
poco más de 450 habitantes con una gran peculiaridad: el suelo del enclave se
encuentra permanentemente congelado formando permafrost. Con estos mimbres no
es extrañar que sea una de las candidatas a ser el polo del frío del norte.
Y es que si Verkhoyansk registró -69,8ºC
un día, Oymyakon marcó un 26 de enero de 1926 una temperatura de -71ºC,
registro que dio el geólogo Sergei Obruchev ¿Se trata por tanto de la
temperatura más baja registrada en una población? Hay discrepancias. La razón
es que el registro ha traído largos debates debido a que la temperatura no fue
medida directamente, sino por extrapolación (calculo estimado). En cualquier
caso su temperatura media en invierno es de -50ºC.
Desde luego, de darse por válida estamos
ante la temperatura más baja jamás registrada en un espacio donde conviva el
hombre. El planeta guarda otras temperaturas aún más fascinantes, sobre todo
aquellas que se han registrado en la Antártida, lugar donde históricamente se
guarda el menor registro con -91ºC cerca del macizo montañoso Antártico.
En cuanto a la vida en Oymyakon, estamos ante un
paraje donde nueve de los doce meses del año es un invierno extremadamente
duro, un lugar donde al pescar un pez, este se congela en apenas 30 segundos,
donde la leche no es líquida y donde el combustible de los autobuses se
solidifica si se apaga el motor.
Dependiendo
de las cifras y los registros de cada pueblo, ambos dirán lo mismo, que son
ellos los que tienen el estatus de Polo del Frío del planeta. Y es posible que
sea verdad en ambos casos, al menos uno de ellos pasa por ser la aldea más fría
del planeta, y el otro la ciudad oficial más fría de la Tierra.
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