Durante años, los pesticidas y
plaguicidas han sido la “solución fácil” frente a los retos del campo. Pero su
uso desmedido nos está pasando factura: suelos agotados, aguas contaminadas,
insectos polinizadores desapareciendo y comunidades enteras expuestas a riesgos
silenciosos.
La pregunta es inevitable:
¿qué herencia queremos dejar?
La verdadera innovación no
está en rociar más químicos, sino en aprender a convivir con la naturaleza, no
a luchar contra ella. El manejo agroecológico, los bioinsumos, la rotación de
cultivos y el conocimiento ancestral de nuestros campesinos son caminos reales
hacia una agricultura que nutre sin destruir.
💚 Una semilla bien sembrada puede dar fruto
en una temporada.
🌍 Un cambio de conciencia puede dar vida a
generaciones enteras.
Hoy, más que nunca,
necesitamos líderes, productores y consumidores que miren más allá de la
inmediatez y apuesten por un futuro en el que la tierra siga siendo fértil, los
alimentos sigan siendo seguros y el campo siga siendo vida.
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