Las colillas de cigarrillos son los residuos más desechados en
el mundo, y representan más de 766 mil toneladas de desperdicios tóxicos cada
año, con impactos graves y generalizados en el medio ambiente y la salud
humana.
La denuncia llegó del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que, junto con la Secretaría del Convenio Marco de la OMS para la Lucha contra el Tabaco, lanzaron una campaña para concienciar e incentivar la acción para combatir los micro-plásticos contenidos en los filtros de los cigarrillos.
Cada año, la industria tabacalera produce miles de millones de
cigarrillos que son consumidos por fumadores de todo el mundo.
Estos cigarrillos contienen filtros compuestos principalmente por micro-plásticos llamados fibras de acetato de celulosa. Si no se desechan adecuadamente, factores como la luz solar y la humedad descomponen las colillas de cigarrillos y liberan micro-plásticos, metales pesados y muchas otras sustancias químicas que afectan la salud y los ecosistemas.
Las colillas de cigarrillo también son los desechos plásticos más
comunes que se abandonan en las playas y esto aumenta la presencia de
micro-plásticos en los ecosistemas marinos.
De hecho, si se ingieren, las sustancias químicas que componen los micro-plásticos causan, a largo plazo, la muerte de organismos marinos, incluyendo aves, peces, mamíferos, plantas y reptiles.
Además, explican las dos agencias de la ONU, estos micro-plásticos que entran en la cadena alimentaria pueden causar cambios en la genética y daños en el desarrollo del cerebro.
Por ello, la campaña concebida por los dos organismos de la ONU
pretende, a través de las redes sociales, implicar a influencers, embajadores
de buena voluntad y jóvenes campeones del deporte para concienciar sobre los
daños causados por los micro-plásticos.
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