De las
254 empresas que vierten aguas residuales a los ríos Ozama e Isabela, una
parte, aún no especificada, no se podrá conectar a la planta de tratamiento que
construye la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo
(CAASD), porque sus desechos químicos son tan contaminantes que podrían
ocasionar daños a la planta.
La información fue ofrecida por el arquitecto Alejandro Montás, director de la entidad, quien advirtió que las empresas que tengan desechos con esas características tendrán que construir sus propias plantas de tratamiento con la supervisión de la CAASD.
Otra opción que se plantea la entidad es la construcción, con recursos propios, de otra planta más pequeña que la Estación Depuradora de Aguas Residuales Mirador Norte La Zurza, que procesará 27 millones de galones de agua que volverán limpios al río.
Montás referió que esa obra, en la que se han invertido RD$6,000 millones, estará lista entre julio y agosto de este año.
Agua potable. Montás dijo que en ese renglón la CAASD ha hecho un trabajo enorme, pues cuando llegó a la institución la producción de agua potable era de 285 millones de galones al día, y la producción en estos momentos es de 400 millones de galones en igual período.
Para eficienciar el servicio la institución tiene proyectado, solo para el transcurso de este año, invertir RD$20,000 millones para agua potable y aguas residuales.
Uno de los proyectos más importantes es la ampliación del Acueducto Oriental-Barrera de Salinidad, para aportar dos metros cúbicos adicionales de agua para Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte.
Montás refirió que, al margen de las grandes inversiones hechas, y las que faltan, lo más importante para su gestión es la cultura de mantenimiento y la recuperación de los sistemas de abastecimiento de agua.
Entre esos citó los trabajos hechos en Valdesia, Haina-Manoguayabo, y en el Isa-Duey.
Los
trabajos de reformaziento de los sistemas de agua se extienden hacia el
municipio Santo Domingo Este, donde las inversiones rondan los RD$1,400
millones.
La intervención en esa demarcación tiene que ver con el incremento de la a demanda, al aumentar la población y cambiarse el uso de suelo con edificios que superan los diez pisos.
Al referirse a ese aspecto Montás dijo que la demanda de agua del Gran Santo Domingo es enorme, precisamente por su crecimiento en términos urbanísticos.
La expansión de las construcciones no se detiene, y en ese caso citó la Ciudad Juan Bosch, que se levanta con inversión público privada, y donde vivirán alrededor de 125,000 personas.
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