Aunque
parezca increíble, existe un árbol que puede ser letal para algunos seres
humanos y mamíferos que, por alguna razón, tengan contacto directo con alguna
de sus partes, en especial con sus frutos y su savia. Su nombre científico
es Hippomane Mancinella y se trata de un árbol nativo de
Mesoamérica y las Islas del Mar Caribe que es potencialmente tóxico, pertenece
a la familia de las euforbiáceas y del que muy pocos animales
se pueden alimentar, excepto algunos reptiles que no sólo se alimentan sino que
se alojan en él.
Este
imponente árbol, que puede llegar a medir 20 metros si crece recto, tiene en
todas sus partes savia lechosa que contiene el irritante “Forbol”.
Al romper su corteza, hojas, flores o frutos, esta sustancia lechosa puede
llegar a generar quemaduras inmediatas, así como ampollas, irritaciones e
inflamaciones en los tejidos de las partes del cuerpo que entren en contacto
con esa sustancia. Incluso, hay quienes han experimentado ceguera después del
contacto con esta, y peor aún, hay quienes han muerto después de ingerir su
fruto: uno pequeño y parecido a una manzana verde, aparentemente inofensiva,
que puede provocar diarreas, vómito y, por ende, deshidratación. La sensación
puede ser mucho más agresiva cuando haya contacto con las mucosas y con alguna
otra parte que tenga relación directa con el tracto digestivo.
Dicen que
los nativos americanos utilizaban la savia de este árbol para untarla en la
punta de sus flechas y envenenarlas, causando heridas mortales. El poder es
tanto, que hasta la quema de su madera puede causar irritación por el humo, así
como la lluvia puede llegar a diluir la savia siendo capaz de irritar a alguna
persona que se esté refugiando bajo él y se moje. El Manzanillo de la
Muerte está catalogado como el árbol más peligroso del mundo según los
Guinness Records y también se conoce como Manzanilla de la Arena o Manzanilla
de la Playa. Apesar de todo, este árbol también se ha utilizado para
tratar enfermedades venéreas o hidropesía, así como para la construcción de
muebles desde la época de la colonia. La madera debe ser puesta al sol para
neutralizar su savia, sin embargo, la persona que lo haga debe tener
precaución.
El Manzanillo
de la Muerte crece en las costas de Florida, en Estados Unidos, hasta
países como Colombia y Venezuela. Cuando lo conozcan, recuerden que no es fatal
el simple contacto con la piel, sin embargo, puede llegar a generar efectos
desagradables y molestos. Especies como éstas son muestra del gran poder
de la naturaleza… ¡respetémola
De que se alimenta
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