“Beijing,
Londres, Ciudad de México, Nueva Delhi y París están entre las ciudades que han
llamado la atención por sus peligrosamente altos niveles de contaminación
atmosférica en 2016, pero son las únicas. La Organización Mundial de la Salud
ha confirmado que el 92% la población urbana del mundo vive en ciudades donde
el aire es tóxico.”
No se
salva nadie Un estudio realizado en la India encontró que 41 de sus ciudades
que tienen una población de más de un millón de personas se enfrenta a una mala
calidad del aire en casi el 60 por ciento del total de días vigilados. Tres
ciudades: Gwalior, Varanasi y Allahabad, no tuvieron ni un solo día del año
pasado un aire medianamente respirable.
En
Europa, se encontró que alrededor del 85 por ciento de la población urbana está
expuesta a partículas nocivas finas, las denominadas PM2.5 y que ello ha
ocasionado alrededor de 467.000 muertes prematuras en 41 países europeos. En el
continente africano, el aire sucio fue identificado como la causa de 712.000
muertes prematuras, más que las que se producen por consumir agua en malas
condiciones (542.000), por malnutrición infantil (275.000) o por falta de
saneamiento adecuado (391.000).
En
América del Norte se da la paradoja de que están algunas de las ciudades más
limpias del mundo, como Toronto o Vancouver y también existen zonas como Denver
o Washington, donde los índices de contaminación llegan a cifras inauditas y
las políticas Trump no parece que vayan a solucionar nada. América del sur
tampoco se salva de esta problemática. Santiago de Chile presenta niveles de
contaminación de una alta peligrosidad y es una preocupación mayor del gobierno
nacional y regional controlar las emisiones de gases.
Sin
embargo, no todas son malas noticias: 74 de las principales ciudades chinas han
experimentado desde 2014, una disminución bastante notable de las
concentraciones promedio anuales de partículas tóxicas, dióxido de azufre y
dióxido de nitrógeno, aunque la "guerra contra la contaminación del
aire" del gobierno chino ha recibido críticas de todas partes.
Riesgos
de salud Los efectos de la contaminación
atmosférica
sobre la salud están bien documentados. Pero ahora, nuevas pruebas sugieren un
vínculo entre la contaminación del aire y la demencia y/o la enfermedad de
Alzheimer, ante la sola la exposición a la mala calidad del aire equivalente a
fumar pasivamente seis cigarrillos al día.
Pero
no solo es perjudicial la polución ambiental de forma directa, sino que se ha
comprobado que cuantos más altos sean los índices de smog, también aumentó la
cantidad de accidentes de tránsito porque los contaminantes que distraen a los
conductores, causándoles ojos acuosos y picazón en la nariz.
La
contaminación atmosférica es responsable de la muerte de 600.000 niños menores
de cinco años cada año. Las minorías étnicas son más propensas a estar
expuestas a altos niveles de contaminación que otros grupos.
La
contaminación atmosférica también afecta al clima regional, lo cual incide en
la disponibilidad del agua y en la conservación y productividad de los
ecosistemas. Un ejemplo de esta situación es el derretimiento de los glaciares
en las mesetas del Himalaya y del Tíbet.
El
carbono negro es una materia en forma de partículas creada a través de la quema
de combustibles fósiles (como el diésel) y la biomasa que cuando se deposita
sobre la nieve y el hielo oscurece las superficies, lo que resulta en una mayor
absorción de la luz solar y una fusión más rápida.
Las
investigaciones del Banco Mundial estimaron que el costo económico global de
las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica sería de 210.000
millones de euros en pérdida de ingresos laborales (en 2013) y más de 5
billones en pérdidas de bienestar.
La
OCDE predijo que los costos sanitarios globales relacionados con la contaminación
atmosférica aumentarán de 21.000 millones de euros en 2015 a 176.000 millones
en 2060, año para el cual se prevé que el número de días laborales perdidos que
afectan la productividad laboral ocasione pérdidas por 3.700 millones (casi
tres veces la cifra actual).
Aire
creativo En 2016, en Londres, cientos de palomas se equiparon con sensores de
contaminación y transmitían los datos directamente a una cuenta de Twitter,
para crear conciencia sobre la polución del aire de la capital del Reino Unido.
Otras innovaciones incluyeron el desarrollo de un inhalador barato de venta
libre que protege los pulmones contra la contaminación del aire y la
instalación de una torre de siete metros de altura en Beijing, que aspira los
contaminantes del aire. La sensibilización sobre las causas y efectos de la
contaminación atmosférica es un tema fundamental, ya que cada uno de los
habitantes del planeta, no sólo somos víctimas, sino también contribuyentes al
problema.
En
muchas ciudades de todo el mundo se están llevando a cabo diferentes proyectos,
que pretenden concienciar a los habitantes de la cantidad de responsabilidad
que les compete en cuanto a contaminar y cuáles son los riesgos reales de dicha
polución
Fuente: sostenibilidad
Fuente: sostenibilidad
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