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miércoles, 7 de diciembre de 2016

EL FENÓMENO DE LA NIÑA LLEGARÁ CON FUERTES LLUVIAS























El clima anda dando tumbos, y de una situación extrema derivada de la falta de agua pasamos ahora al otro lado, y nos enfrentamos a lluvias en exceso con consecuencias que serán de lamentar para miles de personas, especialmente aquellas que habitan los márgenes ribereños de miles de ríos que cruzan la geografía nacional y los que viven en barrios construidos en laderas inestables, con una altísima vulnerabilidad.
Es que mientras que el fenómeno del Niño afecta principalmente a los ricos propietarios de tierras y grandes cultivos, a las poderosas empresas generadoras de energía hidráulica, a los potentados e influyentes ganaderos, la Niña viene con todo contra los más pobres, quienes son los que más sufren por los excesos de agua.

El enfriamiento del Pacífico ya comenzó, y las condiciones oceánico-atmosféricas están dadas para que se inicie la fase contraria al Niño. Aunque las entidades oficiales, como el Ideam en Colombia y el CPC o el Instituto IRI en Estados Unidos, o el Bureau de Meteorología de Australia, no van a declarar una Niña aún, porque técnicamente se necesita que haya al menos 3 meses seguidos con promedios trimestrales de anomalías de las temperaturas superficiales del océano Pacífico inferiores a más de medio grado por debajo de los promedios, los efectos climáticos del enfriamiento, que ya comenzó, se sentirán desde ya y durante todo el segundo semestre del 2016.
La probabilidad de que se consolide el fenómeno de la Niña es para mí del 100 por ciento, como lo muestran las estadísticas del pasado después de terminados los anteriores eventos del Niño intensos (1972-73, 1982-83 y 1997-98).

Así está sucediendo, y no hay que esperar para alistar recursos humanos y materiales para atender los miles de casos de emergencias hidrometeorológicas que van a presentarse en las diferentes regiones del país en la segunda mitad de este año, pero principalmente en las regiones Andina, Caribe y Pacífica.
En los llanos y la Amazonia generalmente ocurre lo contrario.

La Niña que se debe presentar será de moderada intensidad, con temperaturas superficiales del Pacífico que podrían estar entre 1 y 2 ºC por debajo de lo normal.
Además, existe un 75 por ciento de probabilidad de que esta Niña sea de larga duración, extendiéndose hasta el 2017 y 2018. O sea que podría durar entre dos y dos años y medio, como sucedió en los eventos de la Niña que se presentaron posteriores a esos tres Niños intensos, anteriormente mencionados.
Esto indica, a su vez, que se puede esperar un clima lluvioso en extremo durante algunos meses seguidos, produciendo alegría a los generadores de energía hidroeléctrica y a los agricultores, pero muchas penurias a los miles de familias que viven en zonas inundables o que se podrían deslizar.

Esta Niña en formación ya se ha dejado sentir en París y otros sectores de Europa occidental con las dramáticas crecientes e inundaciones, que contrastan con los grandes calores y sequías que afectaron a Francia y a gran parte de Europa en el 2015. Son eventos que tienen impacto global.
MAX HENRÍQUEZ DAZA
Terminó “El Niño” y ahora se viene el fenómeno de "La Niña"
Habrá una disminución de las aguas del Pacífico con temperaturas bajas y perturbaciones meteorológicas como lluvias, huracanes y nieve.


El fenómeno meteorológico de El Niño, que desde 2015 provocó inundaciones y sequías en todo el mundo, terminó en mayo pero el fenómeno inverso, La Niña, podría manifestarse de nuevo en el tercer trimestre de 2016, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

"Los indicadores atmosféricos que revelaban la presencia de un episodio intenso de El Niño a principio del 2016 volvieron a valores casi normales en junio y julio", indicó el jueves la OMM en un comunicado.

El Niño, un fenómeno que se produce cada cuatro a cinco años con una intensidad variable, provoca un aumento de la temperatura del Océano Pacífico, lo que resulta en sequías y lluvias superiores a lo normal.

A veces, es seguido por un fenómeno inverso, La Niña, provocado por una disminución de las aguas del Pacífico, que conlleva a una caída de las temperaturas y perturbaciones meteorológicas (lluvias, huracanes, nieve...).

Según la OMM, "La Niña podría manifestarse en el tercer trimestre de 2016" pero no será comparable al último fenómeno de La Niña (2010-2011), de intensidad moderada a fuerte.
Según los climatólogos de la NASA, los primeros seis meses de 2016 fueron los más calurosos de la historia.

Pero con La Niña, 2017 será menos caluroso, predijo el climatólogo Gavin Schmidt, director de estudios espaciales del Centro Goddard de la Nasa

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