El prototipo de 50 kilowats fue construido totalmente con tecnología brasilera. Fue instalado y desarrolado por el laboratorio de tecnología submarina COPPE, con sede en Río de Janeiro.
Se lo concibió en módulos para que permita expandir la capacidad de la planta. ANEEL afirma que el ”fácil proceso productivo” le da una ventaja sobre los demás en el mercado.
Cada
módulo está formado por una boya de 10 m de diámetro, un brazo mecánico de 22 m
de largo y una bomba conectada a un circuito cerrado de agua fresca.
Cuando el
agua alcanza los módulos, las boyas se mueven hacia arriba y hacia abajo,
moviendo también el brazo mecánico.
Esto activa la bomba hidráulica que, a
través de un circuito cerrado, inyecta agua en un sistema de alta presión.
Se
libera así un chorro con una presión equivalente a una columna de agua de 400
metros, número similar al de muchas plantas hidroeléctricas. Esto hace que la
turbina gire, lo cual activa el generador y produce energía eléctrica.
Una ventaja adicional de
esta tecnología es la posibilidad de acoplarla con los sistemas de desalinización, según
explicaron desde ANEEL.
La desalinización por ósmosis inversa es una forma eficaz para
obtener agua potable del mar, según publica el sitio Live Leak.
El
prototipo y la planta se enmarcan en el proyecto “Despliegue en Tierra del
Prototipo Convertidor de Olas sobre Condiciones Marinas del noreste de Brasil”.
El proyecto continuará por 36 meses con una serie de operaciones y ensayos
No hay comentarios:
Publicar un comentario