La contaminación en el mundo ha
desequilibrado por completo las condiciones ambientales y climatológicas del
planeta.
Por ejemplo, desde fines del siglo
XIX, la temperatura media mundial ha ido en aumento y llegó a niveles que no
tienen precedentes es por lo menos 10 000 años.
Esta transformación se debe en gran
parte a las emisiones de gases en efecto invernadero que se incrementaron a
partir de esa época.
El efecto invernadero es el
fenómeno que se produce cuando las radiaciones solares que absorbe la Tierra no
pueden liberarse nuevamente al espacio y se quedan “atrapadas” en la atmósfera,
provocando un aumento de temperatura.
Esto es causado por la acumulación
de ciertas sustancias que crean una capa gruesa, que es la que impide que el
calor del Sol se libere.
Estos gases de efecto invernadero
incluyen sustancias como el dióxido de carbono, los CFC, el metano, el ozono y
los óxidos de nitrógeno.
El calentamiento global no sólo es
implica un aumento en las temperaturas del planeta, sino una serie de cambios
que son consecuencia de esto, como la alteración de los ciclos de lluvias, el
desarrollo de fenómenos como “El Niño” o “La Niña”, o la intensificación del
número y la fuerza de los huracanes, entre otros.
Como resultado de todos estos
cambios climáticos, se calcula que la expansión térmica de los océanos y la
pérdida de masa de los campos de hielos y glaciares pueden provocar un aumento
de nivel del mar de entre 8 y 88 cm.
El calentamiento global es ya un
problema grave. Sus consecuencias afectan el medio ambiente, la agricultura, la
salud y en general la vida de todos los organismos del planeta.
Agotamiento de la capa de ozono.
Existe otro problema muy grave que
tiene su origen en las sustancias que recibe la atmósfera: el agujero de la
capa de ozono. En 1974, el químico mexicano Mario Molina Henríquez (1943) y el
químico estadounidense Sherwood Rowland (1927) publicaron un artículo donde se
advertía a la comunidad mundial del debilitamiento de la capa de ozono que nos
protege de lso rayos ultravioleta del Sol.
Este fenómeno se debe a la acción
de unas sustancias químicas conocidas como clorofluorocarbonos (CFC), que se
encontraban en la mayoría de los aerosoles de esa época.
Por fortuna, varias organizaciones
pusieron manos a la obra y en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, donde
varios países se comprometieron a reducir la producción y emisión de CFC, entre
ellos México, Canadá, Brasil, Argentina y Estados Unidos.
El agotamiento de la capa de ozono,
amenaza a la diversidad biológica, ya que ésta resulta afectada al recibir
mayor cantidad de radiación solar nociva (rayos ultravioleta); asimismo, esta
problemática influye en la regulación del clima y en la humanidad provoca
grandes problemas de salud, específicamente favorece al desarrollo de cáncer en
la piel, provoca también, cataratas en los ojos y deficiencias inmunológicas,
por mencionar algunos ejemplos.
La deforestación es el resultado de
la tala de árboles en un área determinada, con los fines de explotación
comercial de la madera o para crear nuevos campos de cultivo o pastoreo.
Esta deforestación trae consigo
pérdida de suelos (erosión), cambios en las condiciones climáticas, pérdida de
hábitat para algunas especies animales, etc.
Tras la deforestación se alejan las
lluvias, se atrae el polvo y las enfermedades, y se eliminan elementos del
paisaje.
Sin embargo, pese a lo desalentador
que pueda parecer el problema de la deforestación, existen soluciones a mediano
y a largo plazo.
Un área defrorestada bien puede
reforestarse con el tiempo; en nosotros está la solución.
Pérdida de biodiversidad (extinción
de especies).
Uno de los problemas más serios es
la pérdida de biodiversidad, ya sea en un área en particular o en todo el
planeta.
La pérdida de los hábitats
naturales, la ruptura de las cadenas tróficas, la sobreexplotación, la caza
ilegal, entre otras, traen consigo la extinción de especies animales y
vegetales.
Cuando una especie se extingue es para siempre y trae consigo la
eliminación de los genotipos de dicha especie del banco genético global.
La pérdida de una especie siempre
nos perjudica, por pequeña, desconocida o insignificante que pueda parecer.
A este respecto no cabe más que la
prevención, porque una vez extinta cualquier especie no hay nada más que hacer.
Contaminación atmosférica.
La contaminación atmosférica hace
referencia a la alteración de la atmósfera terrestre susceptible de causar
Impacto ambiental por la adición de gases, o partículas sólidas o líquidas en
suspensión en proporciones distintas a las naturales que pueden poner en
peligro la salud del hombre y la salud y bienestar de las plantas y animales,
atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores
desagradables.
El nombre de contaminación atmosférica
se aplica por lo general a las alteraciones que tienen efectos perjudiciales
sobre la salud de los seres vivos y los elementos materiales, y no a otras
alteraciones inocuas.
Los principales mecanismos de
contaminación atmosférica son los procesos industriales que implican
combustión, tanto en industrias como en automóviles y calefacciones
residenciales, que generan dióxido y monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y
azufre, entre otros contaminantes. Igualmente, algunas industrias emiten gases nocivos
en sus procesos productivos, como cloro o hidrocarburos que no han realizado
combustión completa.
La contaminación atmosférica puede
tener carácter local, cuando los efectos ligados al foco se sufren en las
inmediaciones del mismo, o planetario, cuando por las características del
contaminante, se ve afectado el equilibrio general del planeta y zonas alejadas
a las que contienen los focos emisores.
Contaminación de las aguas (marinas
y continentales).
La contaminación del agua es
conocida desde la antigüedad. En Roma eran frecuentes los envenenamientos
provocados por el plomo de las tuberías que transportaban el agua.
En las ciudades medievales eran,
habitualmente, sucias y pestilentes y provocaban serios y extendidos problemas
de salud que se fueron agravando cada vez más.
En la actualidad, es alarmante la
constante pérdida de agua potable.
Los problemas del agua se centran
tanto en la calidad como en la cantidad. La comunidad debe conocer la
importancia de la “calidad” de la misma y esa misma comunidad de encargarse de
su cuidado y preservación.
Los primeros en contaminar las
aguas son los pesticidas, llevados hasta los ríos por la lluvia y la erosión
del suelo, cuyo polvo vuela hacia los ríos o el mar y los contamina. Además,
los campos pierden fecundidad por abuso de las técnicas agrícolas. La sal
acarreada en el invierno desde las rutas hasta los ríos es otro factor
envenenante.
Lo mismo que los diques y las
represas, que “barren” amplias franjas de cultivo. La agricultura da cuenta de
alrededor del 70% del uso global del agua.
Pérdida de suelos y
desertificación.
La deforestación trae consigo,
tarde o temprano, un proceso que se conoce como desertificación lenta y
continua del ambiente hacia condiciones cada vez más secas, con la consiguiente
reducción de los mantos freáticos y del contenido de plantas, que se hacen cada
vez más escasas, y en conjunto este fenómeno acaba también con la vida de los
animales.
La disminución de la biodiversidad
y la falta de agua son dos factores que establecen el “avance del desierto”.
Generación de residuos.
La generación de residuos es una
consecuencia directa de cualquier tipo de actividad desarrollada por el hombre;
hace años un gran porcentaje de los residuos eran reutilizados en muy diversos
usos, pero hoy en día nos encontramos en una sociedad de consumo que genera
gran cantidad y variedad de residuos procedentes de un amplio abanico de
actividades.
En los hogares, oficinas, mercados,
industrias, hospitales, etc. se producen residuos que es preciso recoger,
tratar y eliminar adecuadamente.
Los rellenos sanitarios han surgido
como una opción para el manejo de tales cantidades de basura.
Consisten en terrenos donde se
excava para colocar capas de basura intercaladas con capas de tierra, las
cuales se compactan por medio de maquinaria especial hasta que el espacio se
llena.
Este método se ha planteado como
una alternativa a los tiraderos de basura, pues se supone que reduce el impacto
ambiental ya que los desechos no quedan al aire libre. A pesar de esto, muchas
organizaciones ecologistas han manifestado su desacuerdo, ya que al enterrar la
basura los contaminantes se quedan en el suelo y contaminan los mantos
acuíferos subterráneos.
Para que un relleno sanitario
funcione bien debe tener ciertas características y seguir medidas especiales en
el tratamiento precio de la basura, para evitar que, en lugar de ser buena
alternativa, sea un peligro más para el medio ambiente.
La generación de residuos es una
consecuencia directa de cualquier tipo de actividad desarrollada por el hombre;
hace años un gran porcentaje de los residuos eran reutilizados en muy diversos
usos, pero hoy en día nos encontramos en una sociedad de consumo que genera
gran cantidad y variedad de residuos procedentes de un amplio abanico de actividades.
En los hogares, oficinas, mercados,
industrias, hospitales, etc. se producen residuos que es preciso recoger,
tratar y eliminar adecuadamente.
Los rellenos sanitarios han surgido
como una opción para el manejo de tales cantidades de basura.
Consisten en terrenos donde se
excava para colocar capas de basura intercaladas con capas de tierra, las
cuales se compactan por medio de maquinaria especial hasta que el espacio se
llena.
Este método se ha planteado como
una alternativa a los tiraderos de basura, pues se supone que reduce el impacto
ambiental ya que los desechos no quedan al aire libre.
A pesar de esto, muchas
organizaciones ecologistas han manifestado su desacuerdo, ya que al enterrar la
basura los contaminantes se quedan en el suelo y contaminan los mantos
acuíferos subterráneos.
Para que un relleno sanitario funcione bien debe tener
ciertas características y seguir medidas especiales en el tratamiento precio de
la basura, para evitar que, en lugar de ser buena alternativa, sea un peligro
más para el medio ambiente.
Contaminación por ruido y visual.
El ruido es un factor más que pocas
veces se considera, pero que puede causar graves daños a la salud.
El ruido se ha convertido en un
elemento común, casi caracteristico de las grandes ciudades y producido por los
motores de los autos, las terminales aéreas o ferroviarias, las grandes
fábricas, etc.
Los niveles de ruio se miden en
unidades llamadas decibeles y cuando un ruido alcanza los 90 decibeles se
considera que ya es dañino para el ser humano.
En ocasiones somos desconsiderados
con el resto de las personas que se encuentran a nuestro alrededor, por ejemplo
cuado se pone música a volúmenes muy altos.
Se ha descubierto que en una fiesta
donde el sonido es moderado el ruido alcanza los 110 decibeles, lo que
significa que es más ruidosa que una fábrica (100 decibeles, en promedio).
Las consecuencias de la
contaminación acústica se ven reflejadas en las personas cuando sufren de
estrés, dolores de cabeza, trastornos del sueño, pérdida de oído, pérdida de atención,
psicofísicos, accidentes laborales, agresividad, entre otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario