La República Dominicana, desde
siempre, ha sido punto clave para la inmigración extranjera, de todo tipo de
grupos sociales y culturales.
Nuestro País, es y ha sido siempre
un lugar muy llamativo pata todos aquellos extranjeros que desean salir de su
país.
Entre todos estos inmigrantes
extranjeros, podemos reconocer a, nuestros vecinos, los haitianos, a los cuales
también, por alguna u otra razón, les ha atraído nuestro país.
Por alguna u otra razón, los
haitianos han estado arribando a nuestro territorio. Para bien o para mal están
en él, ocupando nuestro espacio.
A continuación, el presente trabajo
tratará sobre la situación e inmigración de los haitianos en la republica
dominicana.
EL mismo, tiene el objetivo de dar
a conocer cuáles son las causas y origen de la inmigración haitiana hacia la
República Dominicana.
Además, saber la condición de estos
en los bateyes y la industria azucarera.
También, recordar que pasó en el 4
de octubre del año 1937. Por otro lado, analizar cómo está creciendo en nuestro
país, si de manera legal o ilegal.
Por último, hablar sobre el
complejo racial dominico-haitiano, y cuáles son las consecuencias y posibles
soluciones de estos extranjeros en nuestro país.
Este proyecto tiene como base
arduas investigaciones, así como también algunas entrevistas que se realizaron
a algunas personas para saber que opinan al respecto. Además, dicho trabajo
contiene anexos, en los cuales están artículos periodísticos resientes que
aportarán más sobre este fenómeno migratorio.
LA
INMIGRACIÓN HAITIANA EN REPUBLICA DOMINICANA
2.1 ¿QUE ES LA INMIGRACION?
La inmigración es el cambio de
residencia de una persona o grupo de personas de una región o país a otro,
desde el punto de vista del lugar de destino de los desplazados.
La inmigración es interna si las
personas cambian de territorio en un mismo país, y es externa si proviene del
extranjero.
2.2 ORIGEN DE LA INMIGRACION HAITIANA
Las raíces históricas de esta
situación se encuentran en la ventaja comparativa para la industria azucarera
dominicana que representa la disponibilidad de una amplia fuente de mano de
obra barata por su efecto contenedor, sino descendente, sobre el nivel de los
salarios.
La industria del azúcar dominicana
empezó su gran expansión después de la segunda guerra mundial y encontró una
fuente cercana en la contratación de haitianos para el corte de caña durante
las zafras.
La mano de obra haitiana resultaba
ser barata debido a las condiciones económicas y de mercado presente y al abuso
que originaba la falta de alternativas, incluso frente a condiciones de vida
misérrimas.
Históricamente se ha denunciado que
los trabajadores haitianos que cruzan la frontera para trabajar en los cultivos
de la caña en la República Dominicana han sido víctimas de toda clase de
atropellos por parte de las autoridades, desde asesinatos, malos tratos,
expulsiones masivas, explotación, condiciones de vida deplorables y la falta de
reconocimiento de sus derechos laborales.
Las relaciones entre Haití y la
República Dominicana han estado siempre marcadas por el conflicto y la
confrontación, una situación heredada de la dominación colonial, en la que los
intereses metropolitanos tuvieron la Isla como escenario.
El hecho más importante que ha
contribuido a marcar de este modo las relaciones, es que, los haitianos
ocuparon el territorio dominicano durante 22 años, por lo que el país del Este
no se independizó de una metrópolis europea, sino de Haití.
Estas relaciones estuvieron
marcadas en forma negativa por confrontaciones y perturbaciones políticas que
distorsionaron los objetivos de paz y amistad entre los dos países vecinos.
A pesar de que a lo largo de la
frontera con República Dominicana, siempre han vivido miles de haitianos, fue
solo para 1919 cuando éstos comenzaron a cruzar para trabajar como braceros en
las plantaciones de azúcar.
A diferencia de otros países
latinoamericanos, los reclamos de límites fronterizos fueron resueltos desde el
siglo diecinueve, con el tratado de 1929. Ello contribuyó a que no se
produjeran conflictos armados entre los países.
Sin embargo, los gobiernos
dictatoriales o autoritarios que hubo en la Isla, se empeñaron en manejar las
relaciones, como si ambos países estuviesen a punto de un conflicto.
Durante la dictadura de Rafael
Trujillo (1930-1961), se construyó en esta parte de la isla una ideología
anti-haitiana a la luz de la cual se produjeron muchos estereotipos y
prejuicios, acompañados de los supuestos propósitos expansionistas de los
haitianos, llegando a distorsionar el hecho de la incipiente inmigración
haitiana como una estrategia de re-ocupación del territorio dominicano.
Con tales premisas, se dio rienda
suelta a un rechazo en bloque de todo lo que procediera de aquel país, llegando
a conformarse en la estructura mental de los dominicanos un espacio que
permitía una constante manipulación por parte de la dictadura.
Este rechazo se logró reproducir
posteriormente a ese período histórico y aunque los últimos gobiernos
dominicanos iniciaron un esfuerzo para superar esas percepciones y lograr un
acercamiento con sus vecinos, todavía se puede decir que la superación de esa
mentalidad es una de las tareas del siglo veintiuno.
En Haití, el dictador dominicano
Trujillo llegó a tener mucha influencia, sobre la base de corromper importantes
personalidades, incluyendo presidentes haitianos que obtenían beneficios de la
importación de braceros para la industria azucarera dominicana.
Por su parte, los intelectuales
haitianos desarrollaron una actitud de distanciamiento hacia el país vecino,
siendo muy pocos los que reflexionaron o publicaron algo sobre el tema.
2.3 CAUSAS DE LA INMIGRACION HAITIANA
Desde hace más de un siglo, los
haitianos han estado penetrando pacíficamente en el país asentándose en tierras
agrícolas abandonadas por los dominicanos en tiempos de la Primera República.
Por más esfuerzos que se hicieron
en el siglo XIX por llegar a un acuerdo con Haití, nunca fue posible aclarar la
cuestión de los límites fronterizos, pues el tratado de 1874 fue un instrumento
defectuoso; las negociaciones de Lilís poco antes de morir otorgaron los
derechos de los haitianos sobre las tierras, hasta entonces reclamadas por los
dominicanos.
Durante muchos años, a principios
del siglo XX, se trató de llegar a un arreglo sobre los límites fronterizos, el
cual solo pudo aclararse en 1929 durante el Gobierno de Horacio Vásquez.
Pero a pesar de haberse firmado el
21 de enero de ese año un Tratado sobre la fijación de Límites, en el país
quedaron viviendo varias decenas de millones de haitianos trabajando como
obreros de la industria azucarera o como sirvientes en las casas de familia o
como agricultores y pequeños comerciantes en el sur y en la Línea Noroeste cerca
de la Frontera.
Esos haitianos estaban totalmente
marginados de la vida dominicana y el territorio por ellos ocupado era una
extensión de la República de Haití.
Los haitianos han ido llegando a la
República Dominicana tratando de escapar de los problemas sociales que se
encuentran en su país natal, la República de Haití.
En Haití el principal problema
social que se presenta en todo el territorio es la discriminación racial y la
mala distribución de los ingresos.
A pesar de que la mayoría de los haitianos
son negros -un 95% de la población total – estos han sido discriminados por la
poca cantidad de mulatos que hay en ese país. Los haitianos mulatos tienen más
en común con las clases adineradas de los demás países.
La inmigración haitiana hacia la República
Dominicana se relaciona directamente con el desarrollo de la industria azucarera
en el país.
En el último cuarto del siglo
pasado, comenzó a florecer la industria azucarera en la República Dominicana,
cuando muchos cubanos que vinieron a nuestro país, huyendo de la Guerra de los
Diez años en Cuba, para establecer ingenios.
Desde ese momento, muchos haitianos
se fueron a trabajar a esas empresas, atraídos por los salarios relativamente
elevados que ofrecían en la industria azucarera de ese entonces.
La ocupación Norteamericana en
Haití en 1915, guarda una estrecha relación con el carácter y el contenido
migratorio desde ese país hacia la República Dominicana.
Después de la Ocupación
Norteamericana en 1915, la ocupación de la isla por la marina de los Estados
Unidos, el fenómeno migratorio adquirió rasgos diferentes y un nuevo contenido.
Todo el capital de Wall Street se
propuso convertir la Cuenca del Caribe en una gran plantación de caña.
Las condiciones histórico-sociales
y económicas en Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, permitieron realizar
una empresa de semejantes dimensiones. Pero en Haití, diversos factores
estructurales, en particular la tenencia de la tierra, impidieron la
realización de este proyecto.
En estas condiciones, paro no
desaprovechar una mano de obra barata y evitar nuevas revueltas agrarias, los
norteamericanos impulsaron y animaron la salida temporal de los trabajadores
agrícolas hacia los ingenios azucareros en Cuba y Santo Domingo.
La medida constituía una fuente
segura de lucro y a la vez una válvula de escape para aliviar la tensión
interna en Haití y la represión que los gobernantes de Haití tienen sobre esta
masa subyugada.
Todo esto trajo como consecuencia
la devaluación social de la mano de obra haitiana al construir una serie de
prejuicios que hacían del haitiano un ser inferior y un trabajador al cual se
le daba entrada al mercado laboral por razones humanitarias, corriendo los
dominicanos el riesgo de recibir las supuestas influencias negativas de una
población considerada “primitiva”.
Al mismo tiempo, se desarrolló un
proceso de etnización de los inmigrantes haitianos al ser estigmatizados como
buenos para realizar únicamente aquellos trabajos no deseados por los
dominicanos.
La nueva inmigración haitiana, que
empezó a esbozarse desde finales de los años setenta, presenta características
que la diferencian del pasado, en la medida en que ya no existen los mecanismos
represivos de restricción estatal. Ahora los inmigrantes ingresan al mercado de
trabajo por vías individuales basadas en redes informales de amigos y
familiares que se conectan directamente con los demandantes de esa mano de
obra.
Los nuevos mecanismos de restricción
operan mediante las repatriaciones con el propósito de disuadir a los ilegales
de ingresar o permanecer en el territorio.
Actualmente, éstos no solo demandan
el área laboral azucarera, sino también, el área de construcción, chiriperos
(vendedores de coco, vendedores ambulantes), además, se prostituyen, (los
Hombres como Sankinpankis y las Mujeres como Servidoras Sexuales), Entre otras
ocupaciones que estos desempañan para sobrevivir
2.4 LA INDUSTRIA AZUCARERA Y
TRABAJADORES AGRICOLAS
1. La Industria del Azúcar en República Dominicana
La industria azucarera es
considerada en términos económicos como la espina dorsal, dependiendo siempre
de los niveles de producción y de los precios del mercado.
Algunos años ha representado mas
del 50% de las exportaciones del país, y por lo tanto, de las divisas
extranjeras.
Dentro del país, la producción de
azúcar representa el mayor generador individual de capital y de empleo para
estos inmigrantes.
El cultivo y cosecha de la caña de
azúcar en la República Dominicana, como la mayor parte de los países
latinoamericanos, especialmente en los del Caribe, se divide en dos períodos de
tiempo, la zafra (cosecha) y el tiempo muerto.
La zafra generalmente se extiende
de diciembre a junio. Durante este periodo se emplea el mayor número de
trabajadores, mientras que en el tiempo muerto, la mayoría de ellos son
despedidos.
En términos tecnológicos,
administrativos y sociales, la primera y básica división interna de la
industria dominicana es en el sector agrícola y en el sector industrial. Aunque
estas dos partes forman juntas la industria azucarera, sin embargo son
distintas en casi todos los aspectos.
2. Haitianos en República Dominicana
Desde agosto de 1941, el Gobierno
Dominicano ha ido firmando tratados comerciales temporales con el Gobierno
Haitiano, para facilitar la importación de braceros haitianos
El número total de trabajadores
haitianos, insignificante al principio porque presentaba sólo una cuarta parte
de la fuerza laboral de una industria en expansión, nunca llegó a más de 5,000.
Sin embargo, para el primer censo
en 1920, los haitianos llegaron a representar el 59% del total de la población
total de extranjeros, que eran unos 47,780; y el 3% de la población total del
país.
Los inmigrantes estaban
concentrados en las provincias de Monte Cristi, Azua, Barahona, San Pedro de
Macorís y el Seibo, porque estas eran localidades importantes para la
producción de azúcar. La mayoría de estas ciudades, a excepción de San Pedro de
Macorís y El Seibo, están cercanas a la frontera.
Los trabajadores haitianos
constituyen más del 50% de los trabajadores agrícolas en la producción de café
y arroz, desplazando gradualmente a los dominicanos, como fuente de mano de
obra barata.
3.El Batey y tipos de Bateyes
El batey es una comunidad rural
diferente a las demás por su economía, separación social, racial y cultural. La
mayoría de sus habitantes viven de la siembra, cuidado y corte de caña. En
tiempo de zafra un picador de caña gana entre $50.OO y $60.OO pesos dominicanos
diarios, pero la empresa le paga con un tiket que es vendido a los comerciantes
por un 70% del total.
Hay
dos tipos de bateyes: el batey central y el batey agrícola.
El batey central es donde está
ubicado el ingenio azucarero y allí residen las personas que procesan la caña
después de cortada y pesada en el batey agrícola.
La mayoría de las personas que
viven en el batey central son dominicanos, mientras que en el batey agrpicola
predominan los haitianos. El batey central cuenta con frecuencia con una
escuela y está ubicado cerca de un poblado.
A la hora de analizar la estructura
de la producción azucarera en la República Dominicana hay que partir de un
marco mucho más amplio que nos permita captar sus rasgos específicos.
La producción azucarera tuvo en la
primera mitad del Siglo XVI un éxito relativo en la parte oriental de la
Española, hasta contraerse sensiblemente durante el Siglo XVII y el XVIII,
adquiriendo el hato ganadero, la supremacía en la sociedad.
Para algunos autores, la primera
etapa de la producción azucarera en el área hispano-parlante no pertenece a la
fase capitalista. En Cuba y la República Dominicana, el desarrollo de la
economía de plantación se realiza dos siglos después que en el Caribe inglés y
francés donde al principio tuvo un carácter capitalista.
A finales del Siglo XIX, se inicia
la dependencia de mano de obra extranjera.
Miles de haitianos participan en la
zafra azucarera dominicana cada año, contratados por el Consejo Estatal del
Azúcar (CEA) para el corte de la caña. Históricamente, las condiciones en que
viven los braceros y el trato del que son víctimas han dado origen a numerosas
denuncias.
Así, el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, la Organización Internacional
del Trabajo y la CIDH han incluido el tema en sus informes, presentando una
evaluación sobre el seguimiento de las normas y convenciones internacionales
que rigen la materia.
La preocupación internacional ha
trascendido el plano exclusivamente laboral, y organizaciones no
gubernamentales de derechos humanos también han publicado informes que
denuncian la participación de fuerzas policiales y militares en los
reclutamientos de braceros y de la existencia de prácticas abusivas de las
autoridades del CEA dentro y fuera de los períodos de zafra.
La problemática migratoria
dominicana no ha escapado tampoco a la situación política que se ha
desarrollado entre la República Dominicana y Haití, afectando a los
trabajadores haitianos que laboran cortando caña, y que en la actualidad se han
expandido a otros sectores diferentes del azúcar, entre los que se cuentan los
cultivos de café, arroz y cacao.
Igualmente han incursionado en
diferentes actividades laborales en el sector urbano, como la construcción y el
servicio doméstico. La participación de los haitianos en estas actividades de
la economía dominicana ha venido en aumento durante los últimos años.
4. Condiciones de trabajo y vida en
los bateyes: Las condiciones de trabajo y de vida en los bateyes son
extremadamente difíciles. Según la misión de asistencia técnica a la República
Dominicana del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU,
“Es frecuente que los cortadores de caña sufran abusos por parte de las
autoridades de migración y las autoridades militares, y además los niños y las
mujeres carecen de existencia jurídica”.
El Gobierno dominicano informó que
en el año de 1998 se entregaron carnets a 15.485 trabajadores haitianos para
laborar en la industria azucarera y en el año de 1999 se le entregaron a un
número de 12.390 cortadores de caña.
Los contratos de trabajo estaban
redactados en español y creole, para un mejor entendimiento; sin embargo, no
hay garantía que los trabajadores que aceptan estos contratos estén de acuerdo
con sus términos, dado que la gran mayoría de ellos son analfabetos.
En algunos lugares, los cortadores
de caña son siendo pagados con vales (vouchers) y no con dinero. Estos vales no
eran aceptados en los comercios locales; sólo podían ser utilizados en el
almacén de la propia compañía. Los salarios eran muy bajos y los trabajadores y
sus familias difícilmente podían subsistir.
Su remuneración era asimilada al de
un jornalero agrícola y se les pagaba RD$42.00 pesos dominicanos
(aproximadamente $3.00 US dollars) por tonelada de caña cortada, y el monto
total dependía de la habilidad del bracero.
2.5 MATANZA DE 1937
La mañana del 28 de septiembre de
1937, se inició al sur de Da jabón, el exterminio de los residentes haitianos.
Estos fueron asesinados brutamente con cuchillos, palos y machetes con la
intención de que pareciese un motín llevado a cabo por campesinos dominicanos;
intensificándose y expandiéndose a partir del 2 de octubre. Entre 12,000 y
25,000 nacionales haitianos fueron asesinados en esta matanza, las cifras no
son exactas debido al clima de especulación preponderante en la época.
El ministro haitiano en Santo
Domingo Evremont Carrié, se presentó delante Trujillo para presentar sus quejas
al respecto. Trujillo dio órdenes para parar la operación, aparentemente, pues
la matanza de haitianos continúo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y
esporádica.
Desde el sur de Dajabón se extendió
por toda la zona norte, hasta llegar al este. La Vega, Bonao, Puerto Plata y
Samana fueron los más afectados, pero las provincias donde más haitianos
residían, eran Barahona y Azua, donde no hubo asesinatos en octubre, sino en
febrero de 1938 aunque en menor escala.
Los protagonistas de esta masacre
fueron militares y algunos presos de confianza. La población civil en ningún
momento se unió, como se pretendió alegar después, inclusive, muchos civiles
trataron de ocultar nacionales haitianos en sus hogares.
Todas sus propiedades fueron
apropiadas por los militares.
La prensa dominicana por su parte,
no dio ninguna noticia a respecto en los primeros días al igual que la prensa
haitiana.
El Presidente Vincent estaba
temeroso de que con cualquier publicación al respecto ofendía a Trujillo lo que
provocaría un ataque a su país.
2.6 LEGALIDAD E ILEGALIDAD DE LOS HAITIANOS EN REPUBLICA DIMINICANA
Los inmigrantes haitianos no están
protegidos por el Código de Trabajo vigente en la República Dominicana, ni por
ninguna otra disposición legal. Por otro lado, en forma ilegal que llegan los
inmigrantes haitianos y en la penetración clandestina que en forma individual o
colectiva realizan algunos, se encuentran el punto de partida de la
superexplotación a que son sometidos miles de haitianos que trabajan en las
plantaciones de caña de azucar, café, cacao y arroz en la República Dominicana.
El peso de la fuerza laboral
haitiana en la industria azucarera, en la recogida de café, cacao y arroz y en
la industria de la construcción, pone de manifiesto el alto índice de haitianos
residentes en la República Dominicana y el gran papel que desempeñan en las
distintas áreas de la economía nacional.
Su incidencia e influencia en la
economía dominicana no solamente reduce el importante papel que desempeñan en
la industria azucarera; se manifiesta también en la recogida del café, el
cacao, el arroz, el algodon, el tomate y la parte pesada de la industria de la
construcción urbana. Con este último sector la mano de obra inmigrante ha
penetrado a sectores de la economía dominicana que anteriormente estaban
reservados exclusivamente para los dominicanos.
El carácter ilegal de los
inmigrantes haitianos en la República Dominicana comprende tres tipos:
A. El haitiano que penetra a la
República por la frontera.
B. El inmigrante haitiano que llega
a la República por vía legal a trabajar en uno de los ingenios, pero luego terminada
la zafra, o antes de terminar la misma, se escapa del ingenio.
C. Los haitianos hijos de
inmigrantes que nacen en le República, hijos de madres dominicanas, que carecen
de documentación alguna, y luego crecenn convirtiendose tambien en inmigrantes
haitianos apátridas.
De los haitianos que viven en la
República Dominicana el 90% reside en forma ilegal. Es insignificante el número
de inmigrantes haitianos residentes de forma legal.
Desde el año 1940 hasta el año
1952, los braceros haitianos que trabajaban en la República Dominicana lo
hacían en forma ilegal, como consecuencia del tráfico clandestino.
En fecha de 5 de enero de 1952 fue
concluido y suscrito en la República Dominicana un Acuerdo sobre la
Contratación enn Haití y la Entrade a la República Dominicana de Jornaleros
Temporales Haitianos.
El acuerdo tenía una duración de 5
años y constaba de 17 artículos. Este Acuerdo fue aprobado con un formulario de
trabajo que debía ser firmadopor la empresa que contrataba al bracero y por
éste.
Desde ese entonces se han ido
firmando Acuerdos con Haití los cuales tienen la misma finalidad.
2.6 COMPLEJO RACIAL DOMINICO-HAITIANO
La presencia haitiana en la
República Dominicana está generando una serie de fenómenos sociales y
culturales que no pueden, por más tiempo, pasar desapercibidos.
Aparte del vudú y el gagá, ya
mencionados, están la segregación de una población residente y de3 sus
descendentes dominicanos, el bilingüismo por socialización estrictamente
familiar, el pago en artículos industrializados, los “echadías” en zonas
fronterizas, el trabajo migrante temporal y sistemático de una a otra región
dentro del país.
Los dominicanos tratan de ignorar
este colectivo aun cuando dicen que en su país no se anida menosprecio alguno
por los hombres, en razón del color de su pie, sin embargo, a los haitianos se
les considera inferiores en virtud de que la mayoría son negros.
Esta actitud puede entenderse con
el resultado de las relaciones históricas conflictivas entre las dos naciones y
como producto de un prejuicio racial, difícil de comprender por una población
predominante mente mulata y negra.
El prejuicio es un reflejo
ideológico de las relaciones sociales de producción existentes en la sociedad.
Naturalmente estas relaciones involucran la coexistencia de más de una clase
social, una frente a otra.
El prejuicio racial es una forma de
expresión de la conciencia social de las clases dominantes en el marco vital de
su actividad y de sus intereses materiales. Es decir, el prejuicio racial es un
producto de las relaciones materiales preponderantes y se expone como idea de
las clases sociales opresoras.
El anti haitianismo sigue vigente
en el país, gracias a que las clases dominantes, proporcionan constantemente
campañas a favor del mismo. Muchos dominicanos han sido educados bajo la
condición ideológica de que es buen dominicano y nacionalista aquel que odia al
haitiano.
2.7 TRABAJO CULTURAL DE LOS HAITIANOS
La inmigración haitiana esta
provocando un numero importante de fenómenos culturales en la Republica
Dominicana.
La mayoría es estos fenómenos están
velados por una especie de misterio o de prohibición para la generalidad de los
dominicanos.
El Vudú como fenómeno
político-religioso-cultural y el Gagá como plataforma de prestigio son
abordados como expresiones de un pueblo en el exilio, a la vez que conectan con
algunas de las fibras del tejido social y cultural dominicano. Entre algunas de
las expresiones tenemos:
A.El Vudú
El Vudú es la religión dominante en
Haití. Muchos de los principios y prácticas del vudú pueden sonarnos a pura
superstición, pero imagínese qué le pueden parecer ciertas características del
cristianismo a quienes no saben de qué se trata:) ¿Qué pensarían de la
Santísima Trinidad, o de la resurrección de Cristo, de su presencia en la
eucaristía? Cualquiera de estas prácticas, creídas totalmente por el más
inteligente de los cristianos, le parecerían tontas supersticiones a alguien no
familiarizado con el cristianismo.
Hay que reconocer pues, en primer
lugar, que el vudú es la religión de Haití, y que es tomada muy en serio, no
solo por campesinos analfabetos, sino por los estratos más preparados y
educados de la sociedad haitiana. No se trata de creer en el vudú -como no se
espera que se convierta al islamismo si visita Irán- sino que aprenda a
reconocerlo como cualquier otra religión del mundo.
TÉRMINOS
PRINCIPALES USADOS EN EL VUDU HAITIANO
•Serviteurs. Son los practicantes
habituales del vudú.
•Ason. Aclamación utilizada para
invocar los espíritus.
•Lave tet. Lavado de cabeza, una
ceremonia de iniciación para los serviteurs que han sido ‘montados’ por primera
vez.
•Kanzo. La ceremonia de iniciación
para aquellos que entran en la práctica seria del vudú.
•Veve. Dibujos ceremoniales de las
diferentes loas.
•Peristile. El templo de vudú.
•Poto mitan. El poste central en el
peristile. Representa el centro del universo, y todo el baile gira en torno a
él.
•Les invisibles. Todos los
espíritus.
•Les misteries.
•- Los mismos loa
•- El conocimiento sagrado, también
llamado konesans.
•El Cruce. Imagen recurrente del
vudú, es el lugar donde los dos mundos (terreno y espiritual) se encuentran.
Todos los actos del vudú, incluso las curaciones, comienzan con el reconocimiento
del cruce.
LOS
PRINCIPALES LOAS DEL VUDÚ
•Legba. Un hombre anciano, guardián
de los dos mundos. Es el espíritu de la noche, el origen de la oscuridad,
simbolizado por la luna. Es un loa símbolo de San Pedro.
•Kalfu. Es la contraparte Petro a
Legba. Es literalmente un payaso, muy cómico y erótico. Es el señor del
erotismo.
•Papa Guede. Loa de la muerte y
resurrección, es la fuente de la paz y la tranquilidad. Se le ofrece un huevo
cuando llega poseer a una persona. Es muy amado y buscado. Lo cuida su esposa,
Aida-wedo.
•Agw. El soberano de los mares. Hoy
día sigue siendo la fuerza de la política. Es violento.
•Erzuli. La madre Tierra, espíritu
de la diosa del amor. Es también la musa de la belleza, muy identificada con la
Virgen María. Puede adivinar el futuro en los sueños. Es un loa muy amado y
respetado.
•Terremille. Espíritu que se invoca
para protección y para conseguir deseos.
•Holichard. Gran espíritu Rada.
•Badadrí de Marie. Loa protector.
Hay
dos tipos principales de vudú :
– Rada. Este es un vudú de espíritu
familiar, el de las loas más o menos pacíficas y felices.
– Petro. (llamado Congo en algunas
áreas). Este es un vudú de magia negra; es el vudú de los loa malos y
negativos. Nada bueno se puede esperar del rito Petro, incluyendo la creación
de zombies y salvajes orgías sexuales.
Todos los estudios serios al
respecto coinciden al señalar que el 95% o más del vudú que se practica es
Rada. Existe el vudú de magia negra, pero su práctica está muy limitada.
B) El Gagá
El Ga-Ga como manifestación de la
cultura dominicana, en particular de los bateyes, está muy enraizada de manera
profunda entre los dominicanos.
“Esta manifestación cultural es el
resultado del encuentro y hermandad entre los pueblos haitiano y dominicano.
Existen diferentes formas de Gaga ; pero la de mayor difusión es la que tiene
lugar en los bateyes (comunidades vinculadas a la producción de caña de azúcar)
y ciudades cercanas.
El Gaga inicia sus actividades con
la cuaresma, siendo Semana Santa su principal período de realización,
celebrando con su música, los bailes, ritos y ceremonias, sus creencias en Dios
y en determinados espíritus, loases, seres o santos.
Todo esto basado en el principio de
la reencarnación y la esperanza de que las fuerzas o “misterios” puedan mejorar
y renovar la vida.
La música resalta en el Gaga por su
riqueza de variaciones de tonos y ritmos producidos por un conjunto de
instrumentos, talvez única, que demuestra su origen africano y la experiencia
de la esclavitud. Incluye : dos tambores, cuatro o más bambúes o fututos, una
trompeta casera o tua-tuá, maracas o cha-chá, un caracol (lambí) y pitos”.
Entre sus rituales y ceremonias
están los de iniciación, sacrificio, protección, bautismo, bendición y
purificación. La participación de sus integrantes se basa en “promesas” que
duran de tres a siete años. A su interior se presenta el fenómeno de la
asociación espiritual o el “trance” en ciertas personas, según las
circunstancias.
Su organización social es
jerárquica y compleja. Entre los puestos más relevantes, además del dueño, el
jefe espiritual y el presidente, están los mayores y las reinas ; quienes
danzan contagiosamente con gran destreza, llenando el espacio de energías y
colores.
En diversas ocasiones, entre 1860 y
1940, la Iglesia católica organizó campañas contra el vudú, pero sin éxito
alguno. En 1949, algunos elementos de la Iglesia católica emprendieron una
guerra santa total contra el vudú, llegando a quemar peristiles y a golpear y
matar a houngans y mambos, exigiendo a la sociedad salir de su ostracismo.
Pero apenas tuvo el efecto deseado.
El vudú quedó hasta cierto punto relegado a prácticas secretas, pero su
popularidad creció, quizá debido a la misma opresión. A principio de los
cincuenta la Iglesia católica paró la guerra e hizo las paces con el vudú,
llegando a asimilar alguna de sus prácticas, como la de los tambores y los
cánticos. Desde entonces, las relaciones entre los católicos y los serviteurs
han sido apacibles.
2.9 CONSECUENCIAS DE LA INMIGRACIÓN HAITIANAY SOLUCIONES
La inmigración haitiana ha causado
mucho revuelo tanto en el Estado dominicano como en toda la población, ya que
estos han venido ocupando nuestro territorio desde hace ya mucho tiempo.
Aunque los haitianos han venido en
busca de trabajo para tratar de mejorar su status social, si así le podemos
llamar, con esta acción van poco a poco desplazando a los dominicanos.
Porque en un principió ellos solo
se dedicaban al corte de caña de azúcar, pero ahora se han ido adentrando más y
más en las distintas actividades económicas del Estado dominicano, como son al
algodón, el arroz, el café y el cacao.
Los haitianos nos han ido ocupando,
y todo esto se debe mayormente a que nuestros Gobiernos no han sabido poner
mano dura a estos inmigrantes.
El unido Gobierno que trabajó con
el caso de la inmigración haitiana, y tubo algo de bueno, fue el Gobierno de
Rafael Leonidas Trujillo, aunque, en la forma en que el lo manejó no fue de lo
mas cordial que digamos.
A pesar, de que Trujillo hizo mal,
al realizar aquella matanza de haitianos en 1937, en cierto modo para ese
entonces le hizo gran ayuda al país.
Los haitianos han ido reemplazando
la mano de obra dominicana, porque estos realizan trabajos que los dominicanos
no hacen, y mucho menos por el poco dinero que ofrecen para hacerlo. Y al
seguir así los haitianos se quedarán con todo el mercado. Percepción de los
jornaleros haitianos y dominicanos de sus relaciones en mercado, laborales y
étnicas.
POSIBLES
SOLUCIONES
2.Que se ejecuten acciones de política
migratoria, que regulen la presencia de los trabajadores haitianos.
3.Que se reforme la Administración
Policial de la frontera
4.Que se deporte a todo aquel
haitiano indocumentado a Haití
5.Que se evite la entrada a
haitianos sin la debida identificación
6.Que se penalice a las personas
que permitan la entrada de haitianos por soborno
7.Exigir a los haitianos los
documentos de identificación y los permisos de entrada antes de su ingreso al
país
8.Regularizar el paso de los
comerciantes haitianos para la venta del mercado
9. Reforzar la vigilancia en los
chequeos militares a las salidas de las provincias del Sur y de la Línea
Noroeste a.Otorgamiento de permisos de trabajos a los trabajadores haitianos.
b.Regularización del estatus de los
haitianos ilegales.
c.Regularización de la situación de
las fuerzas de seguridad ubicadas en la frontera.
d.Eficientización del personal de
las instancias administrativas de la frontera.
CONCLUSIÓN
Desde hace mucho tiempo, los
haitianos han estado inmigrando a nuestro territorio, aunque esta sea la fecha
en que mayor repercusión haya hecho, ya que, claro, es mayor y más fácil de
notar.
En un principio los haitianos eran
buscados por el mismo Estado para la producción de caña de azúcar en los
ingenios, pero estos se fueron llevando hasta quedarse en nuestro territorio,
de una u otra manera.
Los haitianos han ido quedando y
habitando, poco a poco, a nuestro territorio pacíficamente, de forma que no han
llamado la atención del Estado, de tal manera que hagan algo al respecto.
Sería bueno, y un buen apoyo a la
sociedad dominicana, si el Estado se hiciera cargo de este problema haitiano, y
que hiciera algo son los inmigrantes ilegales que se encuentran en nuestro
país, como son la mayoría de los haitianos residentes en el país.
Si se hicieran cargo de esto,
estaría evitando que la población, principalmente obrera, dominicana no fuera
desplazada lentamente por los inmigrantes haitianos.
Esperamos que este trabajo haya
sido de gran interés y que haya aportados a sus conocimientos gran e importante
información sobre esta situación que nos afecta cada día mas y que se esta
convirtiendo en una realidad cada vez mas curda.
Gracias…
ENTREVISTA # 1
Franklin Martínez, Ingeniero Civil.
Este es un hecho real que nuestros
políticos no quieren afrontar, porque saben que esto representa un conflicto
internacional y un costo económico muy elevado. Pienso que a pesar, de que esta
es una invasión de apariencia pacifica, nosotros debemos de tratar de mantener
la presencia haitiana en su mínima expresión, ya que estos les están quitando a
los dominicanos de los estratos dominicanos bajos, la oportunidad de tener un
ingreso.
2.¿Qué piensa usted de la invasión
pacífica haitiana?
Sólo aquellos que estén debidamente
identificados en su consulado y en el consulado dominicano, así como también en
su trabajo y con sus patrones. También hay diferentes razones que no permiten
la estadía de haitianos, como son:
a.La mano de obra haitiana deprime
el salario nacional
b.El gobierno dominicano tiene sus propios
y grandes problemas que necesitan ser resueltos de manera prioritaria, por lo
que la inclusión de la problemática haitiana, sería en detrimento de la
dominicana.
c.Los haitianos desplazan a los
dominicanos de sus empleos
d.Estos aumentan las enfermedades y
los gastos en servicios públicos
e.Desean imponer su cultura,
considerada primitiva
3.¿Deben permanecer los haitianos
en República Dominicana?
4.¿Qué piensa de la posible
integración dominico-haitiana?
Es una idea que se ha estado
cocinando desde hace tiempo entre las grandes naciones, pero en nada nos
favorece por tratarse de dos naciones con características étnicas, religiosas y
culturales completamente diferentes.
ENTREVISTA # 2
Jean Louis Louigene, Estudiante
5to. Semestre, Ingeniería de Sistemas de Computación
Por mis estudios universitarios y
en busca de una mejor calida de vida.
1.¿Cuál es la razón que usted tuvo
para venir a la República Dominicana?
Siempre han existido muchos
problemas raciales y denuncias de maltratos
2.¿Qué sabes de la historia entre
República Dominicana y Haití?
Trabajo
3.¿Trabajas o estudias?
4.¿A qué crees que se debe la
condición económica y social de Haití?
Por múltiples factores:
•Los dirigentes políticos no se
preocupan por el pueblo, sino por sus intereses personales
•Por países muy desarrollados que
no permiten el florecimiento de la soberanía
•Por la falta de inversión para la
educación
•Por la falta de apoyo de los
empresarios hacia el desarrollo del país