La Comisión Océano Mundial presentó
a la ONU una iniciativa propone un gran plan con puntos a aplicar en los
próximos años para frenar la degradación de los océanos en las zonas fuera de
jurisdicción nacional, que representan el 64 % del total de las aguas.
TEMAS
RELEVANTES
Un gran plan para salvar a los
océanos de la sobrepesca y la contaminación que sufren debe ser aplicado
durante los próximos cinco años o el mundo podría verse obligado a dejar de
explotar por completo las aguas internacionales, advirtió hoy un grupo de
expertos y líderes políticos.
La Comisión Océano Mundial -en la
que participan antiguos jefes de Estado y de Gobierno, ministros y empresarios-
llamó la atención en un informe sobre el rápido deterioro que están sufriendo
las aguas fuera de las jurisdicciones nacionales a causa de la ausencia de un
Gobierno adecuado de esas zonas.
LA ALTA MAR
ES COMO UN ESTADO FALLIDO
Un pobre Gobierno y la ausencia de
vigilancia y gestión suponen que recursos valiosos estén desprotegidos y estén
siendo despilfarrados”, advirtió en un comunicado uno de los vicepresidentes de
la Comisión, el ex ministro de Relaciones Exteriores británico David Miliband.
El grupo, que hoy presentó su
iniciativa a la ONU, propone un gran plan con ocho puntos a aplicar en los
próximos años para frenar la degradación de los océanos en las zonas fuera de
jurisdicción nacional, que representan el 64 % del total de las aguas.
“A menos que cambiemos el rumbo en
el declive en cinco años, la comunidad internacional tendrá que considerar
convertir la alta mar en una zona vedada de regeneración hasta que se
recupere“, señaló el ex presidente costarricense José María Figueres, otro de
los vicepresidentes del grupo.
LAS
ALTERNATIVAS
La Comisión Océano Mundial plantea,
entre otras cosas, terminar con los subsidios públicos al combustible que
facilitan a los barcos pesqueros sus operaciones en alta mar.
Las ayudas que conceden diez países
(entre ellos España, Francia, Estados Unidos o Japón) ascienden cada año a
30.000 millones de dólares y, según el informe, deberían eliminarse en los
próximos cinco años.
El 60 % de esos subsidios, asegura
la Comisión, alientan directamente métodos de pesca insostenibles, que no serían
viables económicamente sin las ayudas.
Además, los expertos proponen
medidas para poner fin a la pesca no declarada, como el seguimiento obligatorio
de todas las embarcaciones en alta mar.
El plan reclama también a los
Gobiernos que actúen para minimizar el uso de bolsas de plástico y frenar así
la contaminación de los mares con ellas.
Además, pide el establecimiento de
estándares de seguridad obligatorios para las explotaciones marinas de petróleo
y gas y una convención internacional que garantice que quien contamine pague.
Para responder al desgobierno que
se vive en aguas internacionales, la Comisión pide negociar una nuevo acuerdo
dentro de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS)
que dé prioridad a la salvaguarda de los océanos y permita crear zonas de
protección marina.
“Sin un verdadero gobierno, una
minoría seguirá abusando de la libertad en alta mar, saqueando la riqueza que
hay bajo las olas, llevándose más de lo que les corresponde y beneficiándose a
costa del resto de nosotros, especialmente de los más pobres”, señalo el ex
ministro surafricano Trevor Manuel.
El grupo quiere además que la
protección de los mares se incluya como un objetivo dentro de la agenda de
desarrollo global post-2015, que la ONU nombre un representante especial para
el océano y que se cree una comisión independiente que supervise las aguas
internacionales.
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